En la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda estaba el cuerpo sin vida de Franklin Enrique Reyes Quero, de 25 años de edad, procedente de Carora, municipio Torres.
Según se conoció tras hacerle la autopsia, al hombre murió de causas naturales, pero el mismo padecía de una desnutrición extrema.
Reyes Quero estaba desde hace un año detenido en los calabozos de la comandancia de Polilara del municipio Torres. El pasado martes 1 del mes en curso, fue trasladado hasta el Hospital Pastor Oropeza, porque estaba bastante débil de salud y el domingo falleció en dicho centro asistencial.
Algunas versiones mencionan que el joven habría intentado quitarse la vida, pero las mismas fueron desmentidas por su familia. Su madre Gregoria Josefina Reyes Quintero confirmó que su hijo pasaba mucha hambre dentro de los calabozos, pero pide que el hecho sea investigado pues asegura que se apoderó de la comida de otro interno y fue golpeado.
Indica que el joven estaba detenido por violencia de genero, aparentemente golpeó a su hermana, pero su juicio se había pospuesto en repetidas oportunidades, es por ello que la dama hizo un llamado a los organismos competentes para que se ocupen de los múltiples problemas que hay dentro de las celdas, como la higiene, salud, falta de comida y el retardo procesal, así como la falta de traslados a los centros penitenciarios.
Este sería el cuarto caso que se conoce de muerte por desnutrición de internos en la entidad larense, los dos primeros en la comisaría de Fundalara, al este de la ciudad, uno de la Policía Municipal de Iribarren y este el cuarto.
Funcionarios que no quisieron develar su nombre manifestaron que son muchos los reos abandonados por familiares que se encuentran tras las rejas que pasan días sin probar un bocado de comida, otros comen las sobras de sus compañeros. Finalmente hay parientes que están pendiente, pero por la misma situación del país no tienen los recursos para darles de comer todos los días.
