Siempre me alegra compartir en mi tierra con mis paisanos. El pasado miércoles 11, presentamos en Barquisimeto el libro La Unidad, Experiencia y Esperanza que explicando los obstáculos, logros y desafíos en la construcción de la Unidad en Venezuela, escribimos a varias manos Diego Bautista Urbaneja, Marino González, Edmundo González Urrutia, Juan Mijares, Teresa Albanes y este cronista.
Aparte de los textos de los autores mencionados, la obra incluye un CD con todos los documentos políticos y programáticos esenciales para comprender la proyección de este significativo paso de avance de la alternativa democrática venezolana.
Para el acto, la Gobernación del estado Lara nos ofreció en su sede la sala que lleva el nombre del inteligente periodista barquisimetano Julio Pérez Rojas, quien no solo fue trabajador de este diario durante muchos años sino además mi compañero y amigo. Gracias al Gobernador Falcón. Y con el apoyo de la Mesa de la Unidad Democrática regional, lo cual también compromete nuestra gratitud, la cual expreso en la persona de su Secretario Ejecutivo Macario González.
El acto tuvo lugar cuando se discute acerca de las decisiones adoptadas por la MUD en materia del método de selección de candidatos a la crucial elección de Asamblea Nacional prevista para este año. Un debate natural y perfectamente previsible. Nunca es esperable la unanimidad, y menos en materia tan lógicamente polémica.
Pero las cosas han de verse en sus justas proporciones. No permitamos que la comprensible atención a la materia de quién y cómo es postulado, nos aparte demasiado en la dedicación y en el tiempo, de para qué sirve la Asamblea Nacional, por qué esta no ha servido y por qué es importante esta elección.
La Mesa de la Unidad es la concreción política y organizativa de una estrategia, la de construir juntos gentes de distintos pensamientos, partidos y generaciones, una ruta para el cambio pacífico, democrático, constitucional y electoral en Venezuela. En esa ruta, la votación para la Asamblea es paso fun-da-men-tal. Estrategia y política. Saber distinguir lo adjetivo, por más que nos importe, de los sustantivo es central a la responsabilidad, tanto de dirigentes como de ciudadanos.
Nadie es infalible. Cualquier error pude subsanarse. Pero comprender la naturaleza del momento es básico. No nos entretengamos. La vista en la pelota, dicen en beisbol.
