El problema de la inseguridad en el municipio Simón Planas, en especial en Sarare y La Miel, fue analizado este jueves en una nueva reunión destinada a buscarle solución definitivamente.
Como ha ocurrido en anteriores oportunidades, los afectados exigieron acciones más enérgicas contra los delincuentes, locales y foráneos, que están acabando con la paz imperante hasta hace algunos años en las poblaciones larenses limítrofes con Portuguesa.
En esta ocasión a la reunión con funcionarios de la Guardia Nacional, Policía Militar, Policía de Lara y alcaldía de Simón Planas asistieron propietarios de clubes y licorerías, encabezados por el presidente de la Asociación de Comerciantes, Magín Pérez.
La actividad la abrió el sargento ayudante Flores, del puesto de la GN en el peaje de La Miel, quien insistió en que Simón Planas es un municipio donde la inseguridad no ha hecho crisis como otros del estado Lara.
“Este es un municipio aún rescatable si nos compenetramos todos”, dijo.
Agregó que es necesario que la colectividad tome conciencia y tome sus propias medidas preventivas pues consideró como un riesgo reunirse en plena vía pública, incluso en la plaza Bolívar, hasta altas horas de la noche, a ingerir bebidas alcohólicas, algo que está ocurriendo con frecuencia en Sarare.
Enfatizó en la necesidad de que todos participen en la preservación de la seguridad no incurriendo en prácticas que instiguen o faciliten la acción delictiva.
El representante de la Policía de Lara, por su parte, manifestó su disposición y la del personal a su cargo para bajar los índices delictivos, aunque se quejó de la carencia de equipos, en especial patrullas y motos para los recorridos.
En la reunión se conoció que algunos funcionarios policiales de Sarare patrullan en sus motos personales con el fin de darle alguna seguridad a la colectividad.
Se anunció la pronta llegada de tres patrullas, así como la posibilidad de que sea reforzada con personal la comisaría de la población.
Magín Pérez, presidente de la Asociación de Comerciantes, aclaró que no todos los hechos de sangre ocurridos en el municipio pueden atribuirse a las ventas de bebidas alcohólicas pues “los licoreros también son víctimas de los delincuentes”.
El tema de las drogas también fue tocado en la reunión en la que circuló una pregunta concreta, ¿por qué este es el único municipio donde no se practican detenciones por casos de drogas?
Consideró a Simón Planas “en pañales” con respecto a otros municipios en materia delictiva.
Jesús Rodríguez, dueño de una licorería, consideró que la inseguridad no es un problema nuevo en Sarare y dijo que para tratarlo se han hecho muchas reuniones, pero hasta ahora sólo han aplicado pañitos calientes, esperando que ahora no sea lo mismo.
Afirmó que los atracos no sólo se cometen en horas de la noche sino también a plena luz del día y cuando llaman a la policía lo único que les dicen es que no tienen patrullas para movilizarse.
Para Rodríguez, sólo los patrullajes no son la solución sino que hacen falta trabajos de inteligencia para detectar a quienes distribuyen estupefacientes.
Admitió que “la gente conoce a los delincuentes, sabe quien vende drogas, pero cuando lo denuncian en la policía el sujeto sabe quién lo hizo y después vienen las represalias, de allí que muchos se abstienen de pasar información.
Durante la reunión se conoció que el robo de motos continúa en Sarare y citaron el caso del pasado lunes cuando robaron cuatro, de las cuales, según se informó, la policía recuperó dos.
Otro tema tratado fue el de los horarios establecidos para las licorerías y clubes sociales, hasta las 9 y las 12, respectivamente.
Pero Celina de González, propietaria de un club, se quejó de que ellos cumplen con la disposición, pero algunas licorerías mantienen el expendio hasta la madrugada.
Igualmente se pronunció por una mayor presencia de funcionarios de los organismos de seguridad para que la tranquilidad retorne a la otrora pacífica capital del municipio Simón Planas.
También quedó la idea de celeberar reuniones similares todos los meses para, sobre la marcha, con la participación de todos los involucrados, ir solucionando los problemas que en esa índole se van presentándose.