La madrugada de este viernes, a consecuencia de un cáncer de pulmón, falleció en Barquisimeto el doctor Raúl Baffi, oncólogo especialista en tratar cáncer de cabeza, cuello y mama. Trabajó alrededor de cuarenta años en la Sociedad Anticancerosa del estado Lara, siendo esta su segunda casa, en la cual atendió a pacientes con este tipo de patologías.
Durante el acto velatorio, en el Salón Orquídea, en la funeraria Metropolitana, familiares, colegas, compañeros y un significativo número de pacientes lamentaron esta pérdida.
Uno de sus compañeros, Román Arcángel Pastrán, secretario de la Junta directiva de la Sociedad Anticancerosa y director del departamento de educación, manifestó que tuvo un estrecho acercamiento con el doctor Baffi, quien “deja un profundo dolor en la familia de la Sociedad Anticancerosa”.
Indicó que fue una persona muy amable, creyente, de fe, espiritual, de hogar y familia. Un hombre que vino a este mundo a tenderle la mano y servirle a la gente necesitada, sin importarle si llevaban dinero para la consulta, igual los atendía.
Un hombre de una gran sensibilidad humana que se preocupó en vida a salvar vidas. Su profesión la cumplió con amor y mucho profesionalismo.
Manifestó que estuvo al día con los últimos adelantos científicos a objeto de buscar devolverle mayor calidad de vida al paciente oncológico.
Precisó que un día Baffi le confesó que durante su carrera al menos unas treinta mil personas recibieron su atención.
Puntualizó que se ha perdido físicamente un recurso humano de gran trascendencia para el bienestar de la salud, no solo de los larenses, sino para personas de otros estados del país que requieran consultas oncológicas.
Determinó que la alta cantidad de pacientes acudían a las consultas del doctor Baffi porque conocían su sapiencia, por ello fue referencia nacional en tratar personas que sentían el dolor a causa del cáncer, y buscaban en él alivio en la Sociedad Anticancerosa o en la clínica privada, donde los atendía por igual.
“Deja su legado para un pueblo que lo supo apreciar, que lo amó. De una sociedad anticancerosa que para el fue como una casa de familia, esgrimió.
Expuso que Baffi también fue cirujano oncólogo, por cuyas manos pasaron varios pacientes a quienes operó, sobre todo de cáncer de mama.
Asimismo, laboró para el Hospital Central Universitario Dr. Luis Gómez López.
“Como cosas de la vida, el doctor Baffi muere de un cáncer”, reflexionó.
Por su parte, el odontólogo Anderson Torrellas recordó que en 1981, el Rotary Club decidió incorporar en la Sociedad Anticancerosa un centro de despistaje de lesiones de cabeza y cuello, y “Dios nos mandó a Raúl Baffi, quien recién llegaba de un diplomado en Estados Unidos y justamente se dedicaba a tratar estas partes del cuerpo. Comenzamos a trabajar con él”.
Fue tan buena gente que le decíamos: ”doctor hay un paciente esperando afuera que no tiene dinero, y él me respondía, y cuál es el problema Anderson, buscamos insumos y la forma de salvarle a vida a esa persona”.
Dijo que Baffi dejó de trabajar en Semana Santa de este año motivado a su padecimiento y le dijo a los hijos que quería morir en Venezuela, país donde nació.
Por su parte, el doctor Antonio Fronte expuso que Baffi fue su profesor de cirugía desde 1982 hasta 1985, en el Luis Gómez López, y un año después se unió a su equipo de cirujanos hasta el 2000, para darle oportunidad a nuevos especialistas.
Comentó que en reiteradas ocasiones fue a pescar junto al doctor Baffi al estado Apure, uno de sus momentos de recreación.
