La Contraloría General de la República a principio de año presentó un primer informe detallando una serie de irregularidades administrativas en la obra del sistema Transporte Masivo de Barquisimeto y el estado en que se encontraba la estación Central Simón Bolívar, en el mismo solicitaba a las actuales directivas de Transbarca iniciar las acciones correctivas para rescatar los espacios y simultáneamente que el Ministerio Público investigara el destino del dinero aprobado a la contratista, pero que no fue invertido.
Uno de los principales temores que se tenía con la infraestructura es que tuviese que ser demolida, por presentar fallas de construcción, especialmente en la desviación de verticalidad de 15 cm aproximadamente de las columnas internas en el último piso, bases que servirían para calzar el domo geodésico, pero al presentar tal desviación sería imposible que encajen las partes.
Sin embargo, para el presidente de Transbarca, Nelson Torcate, hasta la fecha esa opción se mantiene descartada y por el contrario ya se conformó un comité técnico de ingenieros del Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas, personal de Transbarca más la participación de los ingenieros y estudiantes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y representantes del Colegio de Ingenieros y Arquitectos del estado Lara, quienes harán las evaluaciones para iniciar un plan de recuperación de la infraestructura e incluso el posible uso que se le pueda dar.
Informó que entre las primeras ideas de uno de los profesionales de la UCLA es la de convertirlo en un edificio emblemático en materia eco-sustentable, que su recubrimiento por la inclinación sea con paneles solares y genere su propia electricidad, que también sirva como reservorio de las agua de lluvias para reutilizarlas para el funcionamiento propio del edificio, “pero es sólo una idea, aún no se ha definido”.
En el caso de las 80 unidades de transporte que se encontraban paralizadas, Torcate dijo que equipo del metro de Caracas conjuntamente con Transbarca se han dedicado a estudiar la mecánica y funcionamiento de los buses sometiendo a prueba a cuatro en Barquisimeto y uno en Mérida.
Los que se encuentran en Barquisimeto ya tienen seis semanas operando de forma autónoma, 16 horas diarias, sin alimentación eléctrica con cableado, “se les hizo unas adaptaciones al vehículo, a su motor eléctrico, la prueba ha resultado muy favorable.
Tenían tres puntos críticos; uno es la potencia de subida cargada que por los momentos impide que funcione en subidas, el otro era el frenado que se solventó y el aire acondicionado por tener un alto consumo de energía, pero han logrado mantener la temperatura promedio sobre los 23 grados”. En Mérida si está funcionando con la línea eléctrica.
Por los buenos resultados de estas primeras unidades ya iniciaron la evaluación de otros 25 autobuses para ponerlos en circulación.
Recepción de equipos
En el informe de la Contraloría General también se exhortó a que la contratista Consorcio UTE Transporte Barquitrans, regresen los equipamientos y repuestos de las unidades que según Torcate a la fecha han recibido 80 controladores de semáforos, los ascensores panorámicos del edificio, la cúpula, los 5 escáneres que permitiría determinar con mayor facilidad las fallas que presenten los autobuses.
Aún esperan recibir 2 millones 200 mil euros en repuesto para los trolebuses, las escalera mecánicas y las partes de la semaforización del canal exclusivo, estima que han recuperado alrededor de los 25 millones de euros.
A pesar que han adelantado las acciones de recuperación de la obra Torcate prefirió no dar fecha para comenzar a ver los resultados en la infraestructura por lo amplio de la evaluación que deben llevar a cabo más los recursos que necesitarían para desarrollar el nuevo proyecto.
