La Unión Europea dio a conocer el martes nuevas medidas para cortar los fondos de grupos extremistas, entre reclamos de que haya más acción tras los ataques del año pasado en París. Las propuestas intentan rastrear a los extremistas cuando trasladan dinero u otros activos y limitar su capacidad de recaudación al atacar sus fuentes de ingresos.
«Queremos mejorar la vigilancia de muchos de los medios financieros que usan los terroristas, desde dinero en efectivo y artefactos culturales a monedas virtuales y tarjetas prepagas anónimas», dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
El plan obligaría a las instituciones financieras de la UE a verificar los flujos de dinero desde países de trayectoria dudosa en materia de lavado de dinero y financiación de extremistas.
Se vigilaría el intercambio de monedas virtuales como el bitcoin por monedas reales y se impondrían límites a las transacciones anónimas con tarjetas prepagadas.
La UE también dará apoyo a países del Medio Oriente y el norte de África para combatir el tráfico de bienes culturales que sirven para financiar a los extremistas.