Las dos medidas que ha tomado el Ejecutivo Nacional (el aumento del salario mínimo en un 30 por ciento y el del bono de alimentación, llevándolo de 2.5 de la Unidad Tributaria a 3.5), va a generar un incremento de la inflación.
Al hacer tal afirmación el Dr. Aníbal Peña Javit, economista y profesor universitario, conviene en que tanto los empleados públicos como los obreros se merecen ese aumento, porque el proceso inflacionario que se está dando, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, este año va a llegar a 720 por ciento y continuará aumentando para el 2017.
La inflación acumulada en los primeros cuatro meses ya llegó al 80 por ciento, pero el incremento salarial es de apenas 30 por ciento. Si como lo ha dicho el presidente Nicolás Maduro, ese aumento es “para compensar” el alza de la inflación, esa medida es ilógica.
Claro que se justifica un aumento en el salario y en el bono de alimentación para los empleados públicos y los obreros, así como también en las pensiones a los jubilados y a las personas de la tercera edad pensionadas por el Seguro Social. Sin embargo, eso tenía que darse primero con otras medidas para incrementar la producción. Con los aumentos del 35 por ciento ahora se va a comprar menos.
Porque lo que se está haciendo con el salario mínimo y del bono alimentario es un incremento del dinero inorgánico. Esto quiere decir que se está imprimiendo dinero en la Casa de la Moneda, de Maracay, para solucionar un problema.
No se sabe de dónde sacarà los ingresos el Ejecutivo para el gasto público porque el precio del barril de petróleo apenas es de 34 dólares, las reservas internacionales cada día están disminuyendo, no se consigue crédito externo porque el riesgo país es muy alto, tampoco crédito interno no existe por estar destruido el aparato productivo y el déficit fiscal cercano al 20 por ciento del Producto Interno Bruto.
El presidente Maduro ha dicho siempre que el petróleo puede llegar a cero y va a cumplir con los compromisos, incluyendo aumentos de sueldos.
Pero eso lo puede hacer porque es en bolívares y utiliza la maquinita de hacer dinero. Es por eso que no aceptó la modificación de la ley del Banco Central de Venezuela, porque le impedía que éste siguiera financiando los déficits del Ejecutivo y de las empresas del Estado.
