FOTOS+VIDEO Caminantes de la UCLA, perseverancia y coraje

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Caminantes de la UCLA: “ninguno de los 33 lo pensaría dos veces para volver a caminar hasta Caracas”.

Son ejemplo de perseverancia, valentía y coraje. Visitaron la sede de esta casa editorial en representación de los más de 100 jóvenes que llegaron caminando a Caracas –como forma de protesta contra el Gobierno nacional-, puesto que resultaron ser los invitados de esta semana al Desayuno-Foro de EL IMPULSO.

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Fueron atendidos por el director y director-editor de este rotativo, Juan Manuel Carmona y José Ángel Ocanto, respectivamente; mientras comían unas empanadas y contaban que la iniciativa surgió de un muchacho del decanato de Ciencias Veterinarias de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).

En principio, relataron, se apoderó de ellos el escepticismo por lo cuesta arriba del planteamiento; sin embargo, dos semanas después, tras recibir el apoyo de gremios y políticos de la región, la idea terminó de convencer a 33 estudiantes –entre ellos cinco mujeres-, quienes, a pesar de ser tildados de locos, partieron a pie de Barquisimeto el pasado 8 de junio.

Entre ellos se encontraban Paola López (PL), Wilfer Ramos (WR) y José Miguel Silva (JMS), de la comunidad estudiantil de la UCLA. Ninguno alcanza los 26 años de edad.

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Paola es estudiante del décimo semestre de Ingeniería Civil; Wilfer cursa el octavo semestre de su carrera, Ingeniería Agroindustrial; y José Miguel va por sexto semestre de Sicología.

Fueron 12 días de sol, lluvia, calor, humedad y adversidades que lograron superar al mantenerse unidos. Fue esencial el apoyo de la colectividad venezolana, sostuvieron.

“El día anterior de la arrancada mucha gente aún nos pedía que no lo hiciéramos e incluso nosotros, reunidos en asamblea, nos dijimos que si no salíamos al día siguiente nos quedábamos. Pero decidimos irnos con lo que teníamos”, dijo Wilfer.

“El objetivo principal era llevar esperanza a esa gente que cree está implantada una dictadura y que cree que no se puede recuperar el país. Ir y recorrer los más de 380 kilómetros para demostrar que si nosotros pudimos llegar a pesar de las trabas, sí es posible tener una mejor Venezuela”, explicó López.

“Había un equipo logístico de aproximadamente 40 personas, incluyendo al grupo de Primeros Auxilios UCLA, quienes nos acompañaron durante todo el camino y velaban por nuestra salud, vestimenta, alimentación e hidratación. En cada parada nos hacían masajes en las piernas”, recalcó Silva.

Antes, durante y después de la proeza

Se les unieron en el camino muchachos aguerridos de distintas casas de estudios como la Universidad de Carabobo (UC), la Universidad José Antonio Páez (Ujap), la Universidad Francisco de Miranda (Unefm), la Unefa y otras; aunque de tierra larense partieron representaciones de la UCLA, Universidad Nacional Experimental Politécnica (Unexpo-Barquisimeto), Universidad Fermín Toro (UFT), Universidad Yacambú (UNY) y Universidad de los Andes (ULA), como también del núcleo local de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Llegaron 153 a la capital venezolana.

En el camino fueron creando lazos y concibiendo nuevas ideas. Gracias al talento de Ramos –con cuatro en mano- compusieron consignas y el himno que representa al grupo de 380 kilómetros por Venezuela, con el cual, según confesaron, ahora están dedicados a llevar su mensaje a aquellos lugares a los que no ha llegado.

 

-¿Qué sintieron el día de la partida a Caracas?

-JMS: Fue difícil porque me encontraba con mi mamá en rectorado. Ella lloraba fuerte y me miraba como si estuviese dándome el último adiós. Personas que no conocía me hablaban y temblaban, como si esa fuese la última vez que me iban a ver; eso me hizo sentir miedo, me desgarró un poco.

-PL: Tuvimos el apoyo de muchísima gente que lloraba por nosotros como si fuésemos sus hijos. Me marcó mucho también porque mi papá es chavista y él, ese día, estaba súper furioso porque me iba caminando a Caracas. Un día después me llamó diciendo que éramos unos terroristas y yo, aunque soy de muy pocas lágrimas, empecé a llorar. Me quedó pedirle que me disculpara, que yo iba a luchar por mi futuro y por el sacrifico que él ha hecho por mí.

-WR: Yo también sentí temor porque eso era lo que nos transmitían la mayoría de las personas. Nos decían que no íbamos a poder llegar, que los colectivos iban a atacarnos o que íbamos a tener problemas con los cuerpos policiales.

 

-¿Alguna anécdota particular de los 380 kilómetros por Venezuela?

-WR: Algo que me impactó es que nosotros creíamos que Yaracuy era territorio chavista, que no íbamos a poder pasar. Pero cada uno de los pueblos salía gente. En Urachiche, Chivacoa, Yaritagua, Cocorote, la gente estaba en las calles esperando que pasáramos para darnos ánimo. También recogimos esa impresión de Aragua.

-PL: Bueno, cuando íbamos a pasar de Carabobo a Aragua por el túnel de La Cabrera a mí me partieron los dientes con el impacto de una bomba lacrimógena. Nunca se me va a olvidar cómo los médicos y odontólogos de Aragua, de Barquisimeto, de Carabobo y Caracas estaban pendiente de mí sin conocerme, solo sabían que era la chama que se había partido los dientes.

-JMS: Una abuelita de 80 años, que se llama Rosa, nos llegó en el camino, detuvo su carro para saludarnos y empezó a llorar. Me conmovió ver en ella el sentimiento de todas las abuelas, de todas las madres de Venezuela. Ese dolor con el que nos miraba, pero al mismo tiempo la esperanza que veía en nosotros. Lloraba pero al mismo tiempo sonreía para decirnos: ‘ustedes son unos héroes, que Dios los bendiga’.

 

¿Qué sintieron al entrar a Caracas?

-WR: Me costaba creerlo e incluso todavía me cuesta, cada vez que llegábamos a un estado le preguntaba a los muchachos: ‘¿es en serio que nosotros vamos caminando?’.

-PL: El recibimiento no fue lo que esperábamos. Pensamos que iba a estar muchísima gente recibiéndonos pero creo que falló la comunicación y cuestiones de logística.

Nosotros teníamos pensado llegar el lunes -19 de junio- pero para ese día convocaron una súper marcha y mataron a un estudiante –Fabián Urbina-. Por seguridad preferimos llegar a Caracas el martes -20 de junio-, pero ese día también la gente estaba enfocada en la muerte del muchacho y realizaron actividades en su nombre. Por eso es que cuando llegamos éramos más los caminantes que quienes nos recibieron.

Nos sentimos mal, porque en pueblitos como Cocorote nos recibieron decenas de personas y en Caracas no. Teníamos la expectativa que iba a ser multitudinario pero lo importante es llegamos y, gracias a Dios, pudimos lograr el impacto que queríamos.

 

Encuentros y desencuentros con cuerpos de seguridad

“Las instrucciones son que ustedes no lleguen a Caracas”, fue la frase con la que los recibió la Guardia Nacional Bolivariana, cuando los marchantes pretendían cruzar el túnel de La Cabrera. Antes, los caminantes ya habían tenido inconvenientes con la Policía de Yaracuy y, posteriormente, los tuvieron con la Policía de Aragua. Sin embargo, afirmaron, también se toparon con más de un funcionario policial y de inteligencia que les hacía un gesto de apoyo de manera disimulada.

-¿Qué fue lo que sucedió en La Cabrera?

-WR: Sabíamos que no íbamos a poder pasar el túnel de La Cabrera caminando por distintas razones; no era seguro y el humo que se concentra en esos 700 metros es sumamente nocivo.

Caminamos desde Guacara y cuando llegamos al túnel nos montamos en los carros para seguir, pero en ello vemos que se forma el piquete de la guardia y el equipo de logística fue a averiguar qué sucedía.

A través de una llamada le dieron la orden al militar de no dejarnos pasar. No nos íbamos a devolver y estábamos esperando hasta que nos abrieran el paso. Ellos hicieron una ‘guarimba’ ahí porque la autopista estaba llena de carros y cola.

Como una hora y media después, empieza a dispararnos desde la tanqueta de la GNB. Nos persiguieron y querían agarrarnos. Ahí es donde le dieron el bombazo a Paola, se cayó y se partió los dientes. Varios compañeros sufrieron contracturas y no podían correr. Fueron momentos difíciles.

-PL: Algunos pudieron montarse en carros y pasar escondidos, porque abrieron el paso cuando empezaron a lanzar las lacrimógenas. Los demás tuvimos que regresarnos, en medio de un palo de agua impresionante, para esperar que bajara la presión. Como hasta las 9:00 de la noche, pudimos pasar encubiertos y reencontrarnos con los demás en la plaza Soledad de Maracay.

 

Referencia de lucha en Lara

Están convencidos de haber sembrado esperanza en más de un venezolano. Muchos desconocidos, después de la hazaña, los llaman héroes. E incluso se han transformado en un símbolo de lucha para una ciudad de Barquisimeto que se ha desbordado en sus cuatro puntos cardinales durante sus últimos días.

Sin embargo, ellos quisieron destacar que hubo detrás un equipo logístico que hizo posible la caminata y el apoyo de particulares con el que lograron costear los 600 mil Bs. diarios –aproximadamente- que necesitaron para cubrir gastos esenciales.

-¿Qué creen que consiguieron más allá de la meta en sí?

-PL: Hay personas que nos han dicho que le hemos dado ese empujón que les faltaba para salir a las calles. Ahora dicen: ‘si los muchachos caminaron hasta Caracas, nosotros podemos salir y trancar la calle’. Creo que generamos un impacto mayor al que esperábamos.

-JMS: Considero que le hicimos ver a los barquisimetanos que somos vanguardia en protesta. Barquisimeto ha sido vanguardia en estos más de tres meses de manifestaciones y no precisamente por nosotros, es por cada venezolano que quiere cambio y está dispuesto a luchar por ello.

-WR: Mis compañeros eran de los que querían ver clases y no les importaba lo que estaba pasando pero ya cambió el panorama y cada uno está dispuesto desde sus sectores apoyando esta lucha.

También, por otra parte, logramos hacer contacto con líderes estudiantiles de universidades en el camino y ahora nos estamos organizando para manejar convocatorias estudiantiles a nivel nacional.

-¿Todos se conocían antes?

-JMS: Muy pocos. Ahora los distintos grupo que hacían vida en la región de manera separada, nos hemos unido para trabajar en conjunto. Hacemos nuestra agenda pero también nos adaptamos, cuando tenemos que hacerlo, a la agenda de la MUD. Pero nuestro partido es Venezuela.

-¿Volverían a caminar a Caracas?

-PL: Creo que ninguno de los 33 pensaría dos veces para volver a caminar hasta Caracas por nuestro país.

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