#COLUMNA Parafraseos 13/05/18

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• Empezamos nuestroparafraseo de hoy enviándole unas merecidas felicitaciones a las madres en su día. Lo hemos podido dejar para el final pero se merecen que lo hagamos al apenas comenzar. ¡Quién va a dudar que siempre han sido las reinas del hogar! Es que, nada fácil viene a ser el rol de madre pues, si lo fuese, ya ese rol los hombres lo quisiésemos para nosotros. Como dice el dicho: “padres hay muchos, madre una sola”.

• Por cierto, hablando de madres, la Madre Teresa de Calcuta veía a Dios en cada ser humano. Hay que ser un santo para tener esa visión. La madre lo tiene al ver su hijo como tesoro divino.

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• Oremos por las madres en su día, por nuestra salud y la de nuestros , pero también por la de nuestros artefactos eléctricos y línea blanca. El solo pensar que uno de ellos se nos llegase a “enfermar”, ya nos pone mal porque con qué los vamos a reparar, y ni hablar de reponer.

• La unidad, la educación, y la disciplina dicen ser parte del milagro Japonés. En nosotros es al revés: desunión, ignorancia, y desorden. En ese mismo orden debemos enmendar el desorden.

• Ya la preocupación no nos mata. De eso se encargan los que están a cargo (es decir, el gobierno).

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• En el Comunismo tradicional, si tienes dos vacas, el gobierno se las apropia y te da un poco de leche. En el nuestro, las vacas no dan leche porque desaparecieron junto con los hatos.

• Si los Clap se encargasen de la distribución del pan en Venezuela, se convertirían en panacea.

• La mayoría de nombres femeninos tienen una contraparte masculina. A saber, de Rafaela, Rafael; de Manuela, Manuel. La única íngrima y sola es Ana.

• Otro mensajito sobre las madres: la madre ideal no tiene tiempo para serlo porque está muy ocupada criando a sus retoños.

• Hablemos de cadenas. ¿A usted, le gustan? Yo, las presidenciales, las detesto. ¿Las religiosas? Son iguales de odiosas. ¿Y las del cuello colgar? Las detesto igual (aunque ya ni se pueden cargar, a menos que Ud. quiera quedar sin cuello. Ni Ud. ni yo nacimos para ser encadenados.

• Es bueno recordarles, a los candidatos de las próximas elecciones, que el 90% de los electores no está dispuesto a votar como el restante 10% que los creen ganadores.

• Nos vamos de anécdota: Un día, no cualquiera, porque era el Día Internacional de la Mujer, mi esposa me dio mi mejor regalo, a pesar de que ha debido ser lo contrario. Sigan leyendo para que no malinterpreten. Estando en Maracay, ya nos veníamos para Barquisimeto y recordé que le había prometido a mi hermano menor buscarle unas gotas artificiales que él (de manera natural, como debería ser) no conseguía. “En seguidita vuelvo”, le dije a mi mujer y decidí salir a pie en peregrinaje por cuanto farmacia conocía. De suerte que un regente me dio el dato en donde las podía conseguir, no sin antes yo (no el regente), haber hecho un rosario de colas que convirtieron el “enseguidita vuelvo” en casi dos horas. Ya de vuelta a casa, mi querida esposa al pensar que algo me había ocurrido, me arropó en lluvia de sollozos, dándole gracias a Dios porque nada me había sucedido. Como son las cosas, ese día tan especial para ella fue, una circunstancia provechosa para reiterarme lo mucho que me amaba; y de mi parte, sin querer, hacerla sufrir. Moraleja: cuando Ud. le diga a su mujer “en seguidita vuelvo”, vuelva en seguida, porque estamos en Venezuela, donde la vida vale muchísimo menos que un billete de a cien, cuyo valor de compra, ya no llega ni a centavo. Nos vemos por ahí.

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