El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, eligió a la expresidenta chilena Michelle Bachelet como jefa de derechos humanos de la organización, dijeron fuentes diplomáticas el miércoles. Se trata de un puesto de gran repercusión y que suele provocar controversias.
Según los diplomáticos que hablaron bajo la condición de anonimato, la subsecretaria general Amina Mohammed reveló la decisión de Guterres a un grupo de embajadores el martes.
Los nominados a la comisión de la ONU para los Derechos Humanos deben ser confirmados por la Asamblea General, de 193 miembros.
El vocero de la ONU Farhan Haq dijo que no podía confirmar el informe, pero que “el proceso se acerca a su conclusión” y previó “que próximamente se elevará un nombre” a la asamblea.
Bachelet ha sido una destacada activista por los derechos de las mujeres. Sin embargo, no todos son elogios para la exmandataria en el ámbito de los derechos humanos.
Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos de Chile, recordó que “nosotros como como organización hemos tenido serias diferencias con el actuar de la expresidenta Bachelet en materia de derechos humanos”. Aunque activistas de derechos humanos y parientes de víctimas de la dictadura militar (1973-1990) pidieron en repetidas ocasiones que cerrara una cárcel especial para criminales de lesa humanidad construida en democracia, Bachelet no lo hizo y se supo de un postrero intento el último día de su segundo gobierno, según su exministro de Justicia, Carlos Campo.
Pizarro añadió que desde el retorno a la democracia, “no ha habido voluntad política para enfrentar la necesaria y justa demanda de verdad y justicia”.
Por otro lado, Samuel Fernández, experto en derecho internacional, calificó el nombramiento de Bachelet como “una distinción doble: una a ella por lo que representa” y otra para Chile.
Fue la primera presidenta de Chile, en el período 2006-2010. Después el entonces secretario general Ban Ki-moon la designó para presidir ONU Mujeres, una agencia creada por la Asamblea General en 2010 para combinar cuatro organismos de la ONU que promueven la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
En 2013, Bachelet regresó a Chile y fue elegida para un segundo período presidencial de 2014 a 2018.
En caso de confirmarse, lo cual se da por virtualmente seguro, Bachelet sucedería a Zeid Ra’ad Al-Hussein, un diplomático y miembro de la familia real jordana cuyo mandato finaliza el 31 de agosto.
En una conferencia de prensa de despedida la semana pasada, Al-Hussein defendió sus críticas francas de los abusos cometidos por decenas de países, desde Myanmar a Hungría y de Estados Unidos a Siria. Insistió que su oficina “no deshonra a los gobiernos, éstos se deshonran a sí mismos”.
Añadió que en la tarea de alto comisionado por los derechos humanos, “el silencio no te gana el respeto de nadie”.
Dijo que le dará a su sucesor el mismo consejo que su antecesora, Navi Pillay, le dio a él: “Sé justo y no discrimines a ningún país” y “toma la iniciativa”.
Bachelet, socialista y madre soltera que fue encarcelada durante la dictadura de derecha del general Augusto Pinochet, se convirtió en pediatra y política.
“Si la seleccionan, Bachelet asumirá uno de los cargos más difíciles del mundo en un momento de extendida agresión contra los derechos humanos”, dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, en un comunicado.
“Como víctima, ella aporta una perspectiva única al papel sobre la importancia de una vigorosa defensa de los derechos humanos”, declaró Roth. “Las personas en el mundo confían en que sea una defensora pública y enérgica, en especial donde los infractores son poderosos”.