Dra. Edda Samudio, profeta en su tierra panameña y también en Venezuela #31Mar

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Por: Violeta Villar / www.lawebdelasalud.com

El Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Senacyt inicia una serie de homenajes para exaltar el aporte de los científicos y científicas del país. Le correspondió el honor inaugural a La Dra. Edda Samudio, nacida en Chiriquí, primera mujer, la única latinoamericana, en formar parte de la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos (Ahila)

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Sus hijos, lo más venezolano de la Dra. Edda Samudio. Así lo expresa. Ella misma, nacida en Chiriquí, es lo más panameño en su vida que ha transcurrido en particular en dos países, su natal Panamá, y su recordada Venezuela. Para más señas, la Universidad de los Andes (ULA) de Mérida, luego de su otra casa académica, la primera, en sus afectos, la Universidad de Panamá.

Profeta en su tierra y también en Venezuela, los dos territorios la quieren y viene la ciencia, que es una señora universal y conciliadora a decir: Hágase la paz que Edda Samudio es de Panamá, de Venezuela y del mundo que ha sabido recorrer con la curiosidad innata de toda científica: descubrir para aportar.

Pionera en estudios de la geohistoria latinoamericana, lo es, ahora, en la decisión del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), de iniciar una serie de homenajes para exaltar la labor y los aportes de los investigadores y las investigadoras del sistema.

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Investigadora distinguida del SNI, al cierre del marzo, tan internacional en su homenaje a la mujer, inicia este ciclo virtuoso con un acto lleno de afectos, de palabras sentidas, al calor de esa emoción, que de la montaña chiricana a los Andes venezolanos, se hacen un solo paisaje en su evocación.

El Dr. Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), resaltó que “este acto es de particular importancia por ser el primer homenaje que el SNI le hace a un investigador y es una mujer, latinoamericana, de Chiriquí, quien ha trabajado muchos años generando conocimiento y es pionera en muchos foros internacionales”.

Reflexiona que  reconocer la labor de los científicos y científicas es fundamental “para que nos sirva como parámetro de guía e inspiración”.

Advirtió que Panamá tiene un déficit en mujeres en investigación, en particular en las categorías altas y distinguido lo cual hace urgente actuar y cerrar brechas.

El Dr. Omar López Alfano, secretario técnico del SNI, resaltó que la amplia trayectoria de la Dra. Samudio “y su incansable búsqueda y generación de conocimientos por medio de sus múltiples proyectos investigativos”, la convirtieron en excelente candidata para ser la primera en iniciar la serie de homenajes.

La Dra. Serenella A. Cherini, en la introducción del libro-homenaje que para la ocasión preparó el SNI de la Senacyt, Edda O. Samudio, Antología académica. La historia como horizonte de vida, el primero de este ciclo que quiere exaltar vidas y trayectorias, escribe que la vocación de la Dra. Samudio por la historia nació en su hogar.

“De su padre, asiduo lector de los clásicos de la época, aprendió tempranamente a valorar los periodos y hechos históricos, interés que le acompañó en sus estudios superiores en la Universidad de Panamá, donde obtuvo el título de licenciada en Filosofía, Letras y Educación, especializada en Geografía e Historia”.

Casa con el Dr. Oswaldo Chaves, con quien inicia una vida familiar que la lleva en 1960 a la Mérida venezolana, donde nacen sus hijos, Edda Leonor y Rodrigo Oswaldo.

Logra la equivalencia de la licenciatura en Historia en la ULA y luego estudia maestría y doctorado en la Universidad de Londres, donde se gradúa de doctora en Filosofía con mención en Geografía Histórica en 1977.

La Dra. Cherini describe que es la Dra. Samudio la primera mujer, la única latinoamericana, en formar parte de la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos (Ahila). “Con más de un centenar de publicaciones, su intensa trayectoria investigativa y académica la ha hecho merecedora de importantes reconocimientos nacionales e internacionales”.

De vuelta a Panamá, se dedica a la investigación y la docencia desde la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá, en los estudios de posgrado, además de apoyar el semillero de investigadores de la Senacyt.

Una ruta científica enriquecida con estudios sobre la mujer y los pueblos indígenas

El Dr. Ortega-Barría, quien abrió el homenaje, expresó su satisfacción de dedicar el primer acto de homenaje del SNI a honrar “la entrega y trayectoria de la Dra. Edda Samudio, reconocida investigadora y académica en el campo de la geohistoria latinoamericana, con más de un centenar de publicaciones en toda una vida dedicada a la búsqueda y difusión del conocimiento”.

Resaltó la necesidad de sumar las humanidades a la contribución de la ciencia para enriquecer al país y entender el comportamiento humano.

“Oriunda de La Concepción, provincia de Chiriquí, y criada en un ambiente de mucho estudio gracias a una magnífica biblioteca doméstica, la Dra. Samudio es uno de los mejores ejemplos que podemos dar cuando queramos ilustrar todo lo que puede lograr un investigador cuando recibe apoyo para especializarse con una maestría o doctorado y cómo esa formación redunda en generación de conocimientos útiles para la toma de decisiones en el ámbito público y privado y, por tanto, útiles para el país”, resaltó.

Reiteró que Panamá requiere más investigadores científicos y cerrar la brecha: “Con un promedio de unos 225 científicos por cada millón de habitantes”, estamos “lejos de la media mundial de 1,000 profesionales de la ciencia por cada millón de habitantes”.

Desandar este camino significa apostar a la inversión en la investigación científica y resaltar la labor de impacto de estudiosos como la Dra. Samudio, “con una ruta científica enriquecida con estudios sobre la mujer y la historia de nuestros pueblos indígenas”, señaló.

Destacó su afiliación a sociedades científicas en Latinoamérica, Europa y Norteamérica, el Doctorado Honoris Causa en Historia en 2012 y la Distinción Diego Carbonell en 2017, ambos por la ilustre Universidad de Los Andes, y su ejemplo de aportes a la labor científica.

La Dra. Patricia Pizzurno, como amiga y colega de la homenajeada y Santiago Tribaldos, su familiar, sumaron palabras que contribuyeron a conocer su lado más humano.

Imaginario, feminismo y modernidad, era el tema que investigaba la Dra. Samudio cuando sus pasos se encontraron con la Dra. Pizzurno y forjaron una relación que sobrevivió a la pandemia.

“Somos académicas, consumidas por la pasión por la historia”, afirmó luego de la cual resumió a Edda Samudio en dos palabras:  Mujer valiosa, con una brillante trayectoria “y hoja de vida que produce vértigo”.

El abordaje del estudio de la propiedad comunal indígena y de la historia de la mujer en Latinoamérica, ha posicionado su obra, afirmó.

Solidaria, intelectual honesta, consagrada a sus estudiantes y estudiosa incansable, así la reconoce la Dra. Pizzurno.

E incansable: ya le anunció que tiene en mente tres nuevos proyectos.

Un amor indeleble por la historia y la geografía

“En mi vida ha habido tiempo de sembrar y de recoger, de abrazar y separarse, de rasgar y coser, de callar y de hablar y siempre tiempo de edificar”, expresó la Dra. Samudio al abrir su discurso como parte del homenaje a su trayectoria.

Reconoció sentirse honrada por ver su nombre asociado “al progreso investigativo y el accionar académico de Panamá”.

“Comprender la historia y la geografía permite entender con mayor asertividad los procesos históricos. Eso quise hacer con mi carrera y eso mismo seguí haciendo durante mi formación de posgrado y especialmente durante mi carrera académica. En efecto, si algo puede apreciarse en mi trayectoria es ese amor indeleble y nunca desmentido a la historia y a la geografía y como claves para entender al ser humano en su diversidad social y cultural”.

Recordó que la vida la llevó “por distintos caminos y terminé desarrollando mi carrera académica en una tierra no muy lejana y tampoco tan diferente”.

Destacó así su formación en la Universidad de Panamá, luego el encuentro con la Universidad de los Andes de Venezuela su “segunda casa” y su formación como investigadora en el University College de la Universidad de Londres.

Resaltó que en Panamá, “con el generoso apoyo de la Senacyt, he logrado desarrollar líneas de investigación sobre la participación femenina en Panamá: su actuación deportiva, los albores del movimiento feminista y el sufragismo femenino, aspectos que no solo tienen una importancia intrínseca sino que su comprensión contribuye de manera contundente a entender mejor a la sociedad panameña del pasado y del presente, lo cual resulta imprescindible para delinear proyectos de futuro”.

“Tuve la fortuna de encontrar en la Senacyt, el regazo de ese ese sueño de mujer, investigadora e historiadora que me abrió el sendero para pesquisar y develar aspectos del pasado no completamente estudiados ni bien comprendidos en ese un conjunto de momentos de los complejos procesos históricos de nuestra historia, como indígenas, negros, poblaciones locales, grupos rurales y todos aquellos que han sido objeto de alguna discriminación. Al estudiarlos les devolvemos visibilidad y con ello los realzamos y reivindicamos”.

Resaltó, de igual modo, la importancia de reconsiderar el rol que desempeñan nuestras universidades, “instituciones a las que les corresponde llevar adelante lo que constituye una de sus razones de ser: la generación de conocimiento mediante la labor investigativa llevada a cabo por sus protagonistas: los docentes investigadores, productores de conocimiento científico”.

Emocionada entre “la añoranza de mi Chiriquí infantil y mi costado venezolano”, que a su vez “refuerzan en mí esa identidad amplia, compleja y, si me lo permiten, multidimensional, como tienden a ser cada vez más las identidades sociales en un mundo que aunque se cree globalizado también tiene, vive y depende de lo local y de las identidades particulares”, reiteró su gratitud por ser ella, “mujer, esposa, madre, investigadora, profesora y creadora intelectual”, investigadora honrada. A ella, aplausos de pie.

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