#OPINIÓN Orlando y su Combo, sesenta años de El ritmo inconfundible de Venezuela #20Oct

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En 1963 Venezuela es un país en camino a la modernización en todos los órdenes dejando atrás los rasgos de una sociedad rural, proceso que impulsa primero con fuerza el régimen dictatorial del perezjimenismo.

Veníamos de la década de 1950 prolija en cuanto a orquestas de ritmos tropicales ideales para bailar por medio del disco, radio y fiestas en clubes sociales y salones de baile entre estos El Tamanaco en Caracas con sus rumbosos fiestas de carnaval.  

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En Barquisimeto la  cosa era en los clubes Comercio, Cuatricentenario, Ayarí y Country Club y el Centro Social Mar Azul en la carretera vieja a Yaritagua. 

Entonces el ambiente de la música popular era dominado a sus anchas por las orquestas Billos Caracas Boys, Los Melódicos, Los Megatones de Lucho y la banda Los Blancos de Maracaibo.

Los sueños de grandeza 

En San Cristóbal un joven dedicado a la comercialización de discos en 45 y 33 revoluciones por minuto sueña con la fama, éxito, admiración, aplauso y reconocimiento del público  y presencia en la radio y televisión. Es Orlando Peñaranda Moro nativo de Rubio donde recibe el influjo de la rica música colombiana que a la vez domina el gusto sonoro de los habitantes de Táchira que los torna plurales al momento de disfrutar de este arte.

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Percibe que en el medio hace falta una agrupación con arrastre y penetración en el público. Por lo que se propone la creación de un grupo al denomina Los Vikingos que no logra el objetivo planteado. 

Peñaranda insiste hasta conformar la agrupación con la que si la pega  en el gusto del público tachirense: Orlando y su Combo que debuta en 1963 con un esplendoroso éxito. 

De ahí adelante por las siguientes tres décadas lo que vienen son lauros tras lauros con sus grabaciones y presentaciones en clubes, fiestas, radio y tv. Orlando ha triunfado como músico y empresario del espectáculo.

Ello pese a que tiene dificultades al hablar y caminar pero es todo una lanza cuando de hacer negocios se trata. Es de los que transforma las adversidades en ventajas para triunfar en la vida.

Un estilo único

En aquel ambiente de lentos bambucos irrumpe una nueva forma de hacer música tropical que de inmediata capta el interés del público.

Orlando tiene el cuidado de aprovisionar a su agrupación de un singular estilo musical que sería clave en el éxito en lo sucesivo por el lapso de más de dos décadas. 

Se trata de una música pegajosa y bailable cien por ciento que alegra el espíritu de la gente y la pone a bailar dondequiera se encuentre.

Sus vocalistas recurren a silbidos muy propios de la gente de la calle.  Al igual que usan expresiones  del inglés como “men” y giros de los estratos populares entre estos “pita camión” a manera de improvisaciones. También apelan a la jerga del calé.

Incorpora la guitarra eléctrica con la cual desarrolla unos impactantes solos instrumentales. En este sentido es evidente la influencia del colombiano Noel Petro.

Esos elementos conforman su innovativo y movido estilo. Se trata de una renovadora manera de asumir los ritmos tropicales cuando todavía no había llegado la salsa en proceso de formación en Nueva York.    

Los géneros 

No se encasilla en un género o pocos para desplazarse por un rico abanico de ritmos tropicales. 

Aunque originalmente sentía  una gran atracción por el merengue en boga en esos momentos, pero desiste del mismo.

En su afortunada incursión se decide por los tradicionales ritmos tropicales. Pero llama la atención su interés por cinco echados al olvido como son: el paseo, paseíto y  plena, rumba y cumbión. 

Pero también cultiva la guaracha, merengue, merecumbe, bolero, ranchera y salsa, estos dos últimos de manera ocasional por no ser su fuerte.

Con todo, su mayor atención la centra en los ritmos colombianos que lo mantienen en el tope de la popularidad y la moda musical de esa época.

Se mueve con sentido estratégico en el competido mercado de la música. Para competir con los Melódicos y la Billos Caracas Boys graba una serie de varios discos titulados Combolerías que se venden como pan caliente de inmediato..

Graba  dos discos de boleros, uno en la voz de Enrique Torrealba, nativo de Maturin, que lo consagra. Otro  de rancheras tropicalizadas y dos temas de salsa cuando este último género toma fuerza en 1967.

Un conjunto

En la conformación de la agrupación se aparta de la confesional orquesta que en el país existían desde principios del siglo XX, 

Por lo que constituye más bien un conjunto tipo combo con menos de diez músicos y cantantes. Eso es un verdadero acierto de hacer música de manera elemental. 

Sus instrumentos son la guitarra eléctrica, trompeta, saxo, batería, tambor y charrasca. Usa dos trompetas y dos saxofón para inyectarle resonancia al sonido.

En cuanto a los cantantes destacan: Rafa Moreira, el barquisimetano Paco López, Benny  Rodríguez , el popular caraota,  interprete del inolvidable tema La Feria de Manizalez, Omar Ferrer voz privilegiada para la música bailable, Joe Urdaneta procedente de la Billos Caracas Boys y Enrique Torrealba

Los arreglos Ramón Molina, uno de los mejores del momento interprete del saxofón.  

Un triunfador 

Los contratos  para amenizar bailes le vienen a montón, también se asegura numerosas grabaciones que de inmediato compra  el público más presentaciones en televisión. 

Es un verdadero fenómeno musical a la altura de la Billos Caracas Boys, Los Melodicos y Los Blancos. Por un baile llega a cobrar la suma de quince mil bolívares lo que entonces cobraban La Billos y Mlódicos. Es un triunfador de la música tropical latinoamericana

Sus discos sonaban a toda hora por la radio y el público los compraba de inmediato, En las fiestas familiares sonaban con el pickup o toca disco

Peñaranda Moro graba a lo largo de su carrera musical unos 57 discos de vinil conocidos como de larga duración en 33 revoluciones por minuto. Es todo un record lo que alcanza.

De los numerosos temas que pega sobresalen  dos: Azucena y Vámonos de Fiesta 

El barquisimetano Paco López

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El barquisimetano  Douglas “Paco López, apodado “el Elegante”, quiso ser pintor para lo cual cursa estudios  en la escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar a partir de 1960.

Allí recibe enseñanzas de su director José Requena. Entre otros condiscípulos figura Estebán Castillo, quien recuerda que era su vecino en la carrera 24 entre 41  y 42.

Su formación es la del academicismo imperante entonces en la EAPMTT en la corriente figurativa. Los motivos de sus obras, de acuerdo con Castillo, son una especie de grafitis  alargados. 

Un día abandona la escuela y se marcha a caracas a cursar estudios en la UCV. Luego en 1963 aparece como solista fundador de la agrupación Orlando y su Combo junto a Omar  Ferrer.

López es dueño de un swing único y contagioso para interpretar ritmos tropicales con la cualidad de incidir en el oído que invitar a bailar. Es el vocalista del mayor éxito de Orlando y su Combo con el tema Azucena. Era muy ocurrente y original en la improvisación del fraseo que intercalaba en el desarrollo del tema.

En el ambiente farandulero de esos tiempos lo apodan “el Elegante”. Su destino como artista era la música tropical a la que se dedica desde 1963. 

López solía frecuentar el mercado El Manteco donde visitaba a su amiga María Antonia y su hijo el músico Chichito. Cuando lo hacía de inmediato se formaba la fiesta con música de pickup o toca disco.

Orlando y su Combo cumplen este año 2023 sesenta años de su fundación constituyendo una institución de la música tropical en Venezuela que ha contribuido a alegrar la existencia de los venezolanos con sus presentaciones en vivo y discos. El ritmo inconfundible de Venezuela.

Sin duda, representa la crónica musical de esa época por su marcado sentimiento popular cuando el país pasaba al estadio de una sociedad de masas con los inevitables cambios en el ámbito del arte de la música popular. Una manera de llenar las ocho horas para el entretenimiento del hombre en sociedad.

Eran tiempos que la gente, en Barquisimeto musicalmente, copaban con la Orquesta Alegría de Enrique Sánchez y  Santaella y su Combo con los que alterna en los principales centros sociales de entonces.

Fiestas a las cuales no faltaba la agraciada joven “la Negra” Alicia Sanabria, quien luego sería destacada figura  de la política regional en las filas de AD y la educación. 

Freddy Torrealba Z.

Twitter: @freddytorreal11

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