Las molestas contracturas musculares, causadas por movimientos repetitivos, posturas inadecuadas y esfuerzo físico excesivo, pueden afectar significativamente nuestra salud y bienestar. Estas lesiones mecánicas del aparato locomotor, especialmente a nivel muscular, generan dolor y limitación del movimiento, impactando nuestra calidad de vida.
Según la doctora Iraiby Rodríguez, médico traumatólogo, algunos de los principales síntomas que evidencian una contractura muscular son:
- Dolor que restringe el movimiento articular.
- Inflamación (edema).
- Dolor cervical.
La especialista señaló a El Impulso la importancia de modificar hábitos laborales y de ocio para tratar esta patología. «Incluso la simple acción de usar nuestro teléfono puede desencadenar contractura muscular sostenida en la columna cervical», afirma Rodríguez.
Para abordar efectivamente las contracturas musculares, la doctora Rodríguez recomienda un enfoque integral que combine medidas ergonómicas, farmacológicas y preventivas. «Esta combinación garantiza una resolución adecuada de la patología», asegura.
Prevención y Ergonomía: Claves para Evitar Contracturas Musculares
La prevención es clave para evitar las contracturas musculares. Adoptar posturas adecuadas durante el trabajo y las actividades recreativas, realizar pausas frecuentes y practicar ejercicios de estiramiento de forma regular son medidas esenciales.
En el ámbito laboral, la ergonomía juega un papel fundamental. Adaptar el mobiliario y la disposición del puesto de trabajo a nuestras necesidades específicas ayuda a prevenir la sobrecarga muscular y el desarrollo de contracturas.
Tratamiento Farmacológico: Alivio del Dolor y la Inflamación
En caso de contracturas musculares ya establecidas, Rodríguez indica que el tratamiento farmacológico puede ser necesario para aliviar el dolor y la inflamación. Los analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares son algunos de los medicamentos comúnmente utilizados.