ESPECIAL | La doble vida del bolívar en Barquisimeto #5Nov

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La brecha entre el dólar oficial y el paralelo ha generado una serie de problemas sociales y económicos. Por un lado, ha alimentado la inflación, erosionando el poder adquisitivo de los venezolanos. Por otro lado, ha fomentado la especulación en el país

Barquisimeto se ha convertido en un escenario donde el bolívar parece vivir una doble vida. Su valor, inestable y cambiante, oscila entre dos realidades: el dólar oficial, fijado por el Banco Central de Venezuela (BCV), y el dólar paralelo, fruto de la oferta y la demanda en el mercado informal. 

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Esta dualidad monetaria, lejos de ser una simple curiosidad económica, ha permeado la vida cotidiana de los larenses, generando incertidumbre y afectando su poder adquisitivo.

Desde los puestos de comida rápida hasta los grandes establecimientos, los precios de los productos se mueven como una montaña rusa. Un mismo artículo puede tener un costo en la mañana, pero en la tarde cambia completamente, dependiendo de la tasa de cambio utilizada por los comerciantes. 

Esta situación ha llevado a que los consumidores se sientan desorientados y obligados a convertirse en expertos en economía para tomar decisiones a la hora de comprar y pagar.

«Es como si tuviéramos que adivinar el precio de las cosas cada día«, expresó una de las consultadas por El Impulso, quien además asegura que muchos negocios establecen sus precios en dólares oficiales, pero luego aplican una tasa de cambio más cercana al dólar paralelo al momento de cobrar en bolívares.

¿Qué dicen los expertos?

Según expertos, esta situación se debe a la alta demanda de divisas, ya que los ciudadanos buscan proteger sus ahorros ante la constante devaluación de la moneda nacional.

Liuba Malpica, economista y profesora universitaria, señaló a El Impulso que «la población está desesperada por adquirir dólares, lo que ha generado una especulación que alimenta la brecha cambiaria». Esta situación, según Malpica, refleja la profunda desconfianza en el bolívar y la pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos.

Por su parte, Rosben Romero, presidente del Colegio de Licenciados en Administración, señaló que las organizaciones se ven obligadas a realizar constantes ajustes en sus estructuras de costos para poder mantenerse a flote.

«La brecha cambiaria es un verdadero desafío para las empresas. Cada vez que el dólar sube, los costos de producción se disparan, lo que obliga a las compañías a buscar alternativas para no trasladar todo el aumento a los precios finales y perder competitividad», afirmó Romero.

No quieren vender a BCV

Zenaí Colmenares, comerciante en un local de ropa deportiva en el centro Barquisimeto, resume la difícil situación que atraviesan muchos negocios en el país. La creciente brecha cambiaria, con clientes exigiendo pagos a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) mientras los proveedores demandan divisas a la tasa paralela, está generando una tensión insoportable en la cadena de suministro.

Esta disparidad en las cotizaciones imposibilita la fijación de precios estables, lo que a su vez desalienta a los clientes y reduce las ventas. «Es un círculo vicioso«, lamenta Colmenares, quien ve cómo su negocio se ve afectado por una situación que escapa a su control.

Sundde impone la tasa oficial del dólar

La medida impuesta por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) de obligar a todos los comercios a utilizar la tasa oficial del dólar para fijar sus precios generó una ola de opiniones encontradas en el centro de Barquisimeto.

Mientras algunos ciudadanos celebran esta decisión, otros expresan sus inquietudes ante las posibles consecuencias económicas que podría acarrear.

Yolanda Mendoza y Félix Arguello, dos clientes habituales de los comercios locales, se mostraron a favor de la medida. “Ya era hora de que pudiéramos entender los precios sin tantas vueltas”, expresó Mendoza. “Antes, cada comercio tenía su propia tasa, y eso hacía las compras muy confusas”, agregó Arguello. Ambos coinciden en que fijar los precios en bolívares, tomando como referencia la tasa oficial del BCV, brinda mayor transparencia y facilita la comparación entre diferentes productos.

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