El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha suavizado el tono de su postura frente a la creciente crisis política entre su país y Venezuela, al afirmar que Nicolás Maduro no es un problema de Brasil y que su preocupación se centra en los asuntos internos de su nación.
En una entrevista reciente con RedeTV, Lula expresó que no puede estar preocupado por lo que ocurre en Venezuela, reiterando que el presidente venezolano es responsable de su país, y no de Brasil.
“He aprendido que hay que ser muy cuidadoso cuando se trata de otros países y presidentes. Maduro es un problema de Venezuela, no un problema de Brasil”, señaló Lula, dejando claro que su atención está puesta en los desafíos internos de Brasil.
Lula también subrayó su deseo de que Venezuela «viva bien» y que su gente sea tratada con dignidad. Sin embargo, hizo hincapié en que el pueblo venezolano es quien debe encargarse de sus propios asuntos, sin que Brasil se inmiscuyera en ellos. “Yo me preocupo de Brasil, Maduro que se preocupe de él, el pueblo venezolano que se preocupe de Maduro”, afirmó de manera categórica.
Este cambio de tono llega en un momento crítico, cuando las relaciones entre Brasil y Venezuela atraviesan una fase de tensión creciente, especialmente desde las elecciones presidenciales de julio, que fueron fuertemente cuestionadas tanto por la comunidad internacional como por la oposición venezolana.
Crisis Diplomática Tras las Elecciones de Venezuela
La relación entre ambos países ya estaba enrarecida desde marzo de este año, cuando el gobierno brasileño reprochó a las autoridades venezolanas la decisión de no permitir el registro de la candidatura de la oposición para los comicios. La situación empeoró con el veto de Brasil a la entrada de Venezuela en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) hace unas semanas, lo que fue interpretado como una postura crítica hacia el régimen de Maduro.
Respecto a las elecciones venezolanas, Lula destacó que tanto el gobierno como la oposición se comprometieron a mostrar las actas electorales a la misión de observación brasileña, pero «la verdad es que los dos no las han mostrado». En este sentido, recordó que junto con Colombia expresó su «inquietud» por la falta de transparencia en el proceso electoral, y que aunque los resultados fueron finalmente avalados por el Tribunal Supremo de Venezuela, no tiene derecho a cuestionar la corte suprema de otro país.
«Yo no quiero que ningún país haga lo propio con la mía», indicó Lula, dejando claro que, a pesar de las críticas, Brasil no se inmiscuye en los tribunales o las instituciones de Venezuela, manteniendo una postura de respeto hacia la soberanía del país vecino.