Ecoanalítica: Impacto de las medidas de Estados Unidos en la economía venezolana #7Mar

-

- Publicidad -

Un análisis detallado y preciso sobre el impacto que tendrá en la economía venezolana, la revocatoria de la Licencia de Chevron para operar en Venezuela, dio a conocer este viernes la firma de consultoría económica y financiera, Ecoanalitica en una nota de Coyuntura explicativa.

Señala que la nueva Licencia General 41A, emitida el 4 de marzo por la Oficina de Control de Activos del Departamento del Tesoro (OFAC), ordena a Chevron el cese de sus operaciones en Venezuela a partir del 3 de abril. Esta licencia es mucho más restrictiva que las condiciones bajo las cuales operó la empresa americana incluso en el período de máxima presión en 2019, que permitía un cierre de las operaciones a seis meses, en los que la producción fue reduciéndose de forma gradual.

- Publicidad -

Con este escenario, se proyectan algunos cambios sobre nuestra visión inicial del Informe de Perspectivas de enero, en el que ya nuestro escenario base era la eliminación de la licencia a Chevron —responsable de producir unos 230 kb/d—, pero con un wind down de unos seis meses, por lo que veíamos los principales impactos “macro” en el 2026. Además, en las últimas horas se ha sabido que también podría producirse en los próximos días el fin de los permisos y licencias particulares otorgados para operar a Repsol, Eni y Maurel & Prom —responsables de unos 70 kb/d adicionales, así como a operadores de servicios como Halliburton, Schlumberger,Baker Hughes y Weatherford—. Con este cambio, nuestra previsión del deterioro anivel macroeconómico en 2025 es mayor al pautado entonces.

Un cierre inminente

Ahora que el cierre parece inminente, vemos un impacto de corto plazo mayor en términos de la actividad, con una reducción del flujo de divisas que entre al país, provocados por la contracción de la producción petrolera vinculada a las operaciones de estas empresas de entre un tercio y 50% en los próximos 12 meses, y, adicionalmente, un descuento de unos USD 1.286 millones por comercializar el crudo en mercados más opacos y con intermediarios, para evitar exponerse al incumplimiento de las sanciones estadounidenses. Sin embargo, para estimar el efecto neto, también debemos restarle una ganancia por la reducción en los pagos de la deuda que tiene el gobierno venezolano con Chevron, que sería cercana a los USD 1.000 millones y que en este contexto no se estaría realizando.

Es decir, veríamos una reducción neta en el corto plazo de unos USD 3.511 millones en los próximos meses, que aumentaría en la medida en que la caída en la producción relacionada a las empresas mixtas en las que participan Chevron y las otras empresas occidentales (Eni, Repsol y Maurel & Prom) se agudice, es decir, que caiga por encima de nuestro pronóstico, unos 140 kb/d.

Claro está que este contexto incidirá en un deterioro de nuestra proyección de crecimiento inicial para este año, hacia una probable contracción de entre 2-3% de la economía, con una reducción del PIB petrolero que esté por el orden del 20%, y el efecto esperado en el mercado cambiario que apunte a un tipo de cambio que cierre en un rango entre VES 130/USD y VES 160/USD en el mercado paralelo, así como un repunte de la inflación que la haría regresar a valores de 3 dígitos.

Dos escenarios adicionales: una nueva licencia que mejore las condiciones o que al menos mantenga las condiciones de 2019

A pesar de esta licencia —y ante lo impredecible de la administración Trump en EEUU de una nueva licencia general antes del 3 de abril, que pueda prorrogar el wind down de Chevron en Venezuela o permitir nuevamente las actividades de la empresa en Venezuela, pero generando restricciones más específicas al alcance de la operación, como prohibir el pago de regalías e impuestos, es decir, que sólo implique repago de deuda e ingresos por la participación accionaria de Chevron —un acuerdo que difícilmente tendría sentido para el gobierno venezolano por los nulos incentivos que implica—, o el redireccionamiento de exportaciones venezolanas hacia otros mercados occidentales, y no directamente EEUU, para evitar que aumente la influencia de Rusia o Irán en la operación petrolera venezolana.

Más allá de si una nueva licencia mitigue significativamente el riesgo de caída en la producción y el cese pleno de las operaciones de Chevron en el país, en el sector se esperaría al menos la emisión de nuevas licencias relacionadas con los activos que la empresa tiene en Venezuela.

En 2019, cuando EEUU impuso nuevas sanciones petroleras a Venezuela, también emitió la Licencia General 8, que permitía a Chevron y otras compañías estadounidenses llevar a cabo las transacciones necesarias para el mantenimiento de sus operaciones esenciales en el país, entre las que figura la preservación de activos. Esta licencia, que se otorgó inicialmente por seis meses, fue renovada varias veces y permitía a Chevron mantener sus actividades existentes, lo que dejó de hacerse luego de noviembre de 2022 cuando se emitió la Licencia 41 que ampliaba el margen de las operaciones que esta empresa podía realizar en el sector petrolero venezolano.

Sin embargo, con la nueva licencia 41A, esta autorización ha sido revocada, con lo cual, a diferencia de otras empresas como Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes o Weatherford, Chevron no tiene permiso para operar de ninguna manera después del 3 de abril.

Mientras se mantenga este panorama, Chevron no está obligado a vender sus participaciones en empresas conjuntas en Venezuela, pero tampoco puede realizar  acciones activas: no puede prestar dinero, vender equipos, comprar petróleo (ni siquiera para otros) ni cobrar deudas; por ahora un marco muy restrictivo si no se emite una nueva licencia que ponga límites a la aplicación de la 41A. Además, de no emitirse una nueva licencia relacionada con el estatus de los activos de esta empresa en Venezuela, estos quedarían en un limbo.

Así mismo, adicional a la licencia 41A y a la posible emisión de una nueva, dado el endurecimiento reciente de la postura de Estados Unidos hacia Venezuela, el primero podría también decidir en las próximas semanas, implementar medidas adicionales que busquen restringir el mercado informal petrolero venezolano, dificultando aún más las ventas de petróleo en el exterior. Esto pudiera elevar aún más el ya elevado descuento con el que se tendría que vender el crudo, lo cual, combinado con unos precios del petróleo a nivel mundial que desde inicios de año han presentado una tendencia decreciente y que se perfila continúen descendiendo tras la decisión de la OPEP de abandonar los recortes de producción a partir de abril, coloca a Venezuela en franca desventaja con un precio de venta final que, una vez aplicado el descuento, pudiera rondar los 40 USD/b.

¿Cómo reaccionará la economía?

En cualquiera de los escenarios, todo apunta a que el año 2025 será mucho más complicado de lo perfilado inicialmente, con una caída de la producción a más corto plazo y una merma de los ingresos petroleros, producto de una disminución aún más pronunciada de las exportaciones, dada la dificultad que supone para PDVSA poder lograr un producto comercializable en el extranjero, sin la participación de sus socios extranjeros vinculados a las licencias otorgadas desde noviembre de 2022.

La incidencia de lo anterior en el flujo de divisas se hará sentir con presiones mucho más fuertes en el mercado cambiario y de precios desde más temprano en 2025. Sin embargo, de mantenerse las condiciones, en el 2026 será cuando se observen los mayores embates.

Como ha sido la constante en la economía venezolana, estos efectos no se replicarán de manera equitativa en todos los sectores, habiendo algunos como el de alimentos y bebidas no alcohólicas, el sector salud o incluso el de cuidado personal, que apuntan a satisfacer necesidades básicas de la población, que lograrán ser más resilientes. Por el contrario, otros como la manufactura, la construcción o el sector automotriz, que han mostrado una recuperación recientemente, se verán más afectados dada su mayor vulnerabilidad ante cambios en aspectos como el consumo, los precios o la tasa de cambio.

Ante esto, nuestra recomendación para nuestros clientes es la de operar con máxima cautela, evitando inversiones cuantiosas y que impliquen el largo plazo, crear y cuidar el flujo de caja, ser muy prudentes con los créditos comerciales y, una vez más, enfocarse en su sector específico y en su consumidor objetivo, tomando en consideración los efectos diferenciados que puede haber sobre cada uno.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

María Corina Machado, declaró que el paso a seguir ante las fuerzas de seguridad debilitarla y luego quebrarla y para eso también necesitamos a la comunidad internacional".

Machado: El culpable de que se reimpongan las sanciones es Nicolás Maduro #7Mar

La líder opositora, María Corina Machado, responsabilizó este jueves a Nicolás Maduro por la decisión del gobierno de Estados Unidos de poner fin a la licencia que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela.
- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -