Nicolás Maduro denunció este jueves 23 de mayo la detención de más de 50 personas, entre ellas 17 extranjeros, por su presunta participación en un plan de sabotaje y ataques violentos contra las elecciones regionales y parlamentarias que se celebrarán este domingo en Venezuela.
Durante el acto de cierre de campaña del oficialismo en Caracas, Maduro afirmó que los detenidos intentaban ingresar al país con la intención de “poner bombas o hacer ataques violentos” y los calificó como “mercenarios” vinculados a una operación dirigida por “los estertores del fascismo”, aunque no ofreció pruebas ni detalles específicos sobre el supuesto complot.
Acusaciones de sabotaje y conspiración
El ministro del Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, había adelantado a principios de semana que 38 personas ya habían sido arrestadas, y explicó que el supuesto plan antielectoral incluía ataques coordinados contra embajadas, estaciones de servicio, hospitales, comandos policiales, el sistema eléctrico nacional, e incluso atentados contra figuras del chavismo y de la oposición.
“Buscaban generar caos, miedo y desestabilización antes de las elecciones. No lo vamos a permitir”, señaló Cabello en una comparecencia televisada.
El ministro también anunció la suspensión de todos los vuelos desde Colombia, tras alegar que algunos de los detenidos habían ingresado desde ese país, junto con ciudadanos de nacionalidad colombiana, mexicana y ucraniana. Esta medida se mantendrá hasta el próximo lunes 26 de mayo, día posterior a las elecciones.
Preocupación internacional y ambiente electoral tenso
La creciente militarización, los operativos de seguridad masiva y las detenciones de ciudadanos extranjeros han generado preocupación entre gobiernos y organizaciones internacionales, que han cuestionado la transparencia del proceso y advertido sobre un ambiente de intimidación previa a los comicios.
Además de los arrestos, diversas fuentes diplomáticas han informado sobre restricciones a observadores internacionales, bloqueos de medios de comunicación críticos y limitaciones a la campaña de varios candidatos opositores, lo que ha avivado las denuncias de ventajismo oficialista y falta de garantías democráticas.
Sin pruebas públicas
Hasta el momento, el gobierno no ha presentado evidencias concretas que respalden las acusaciones contra los detenidos ni ha dado a conocer sus identidades o las circunstancias exactas de las capturas. Tampoco se ha informado si se les han formulado cargos formales o si han contado con representación legal.
Varios analistas coinciden en que las denuncias de conspiración forman parte de una estrategia del chavismo para cohesionar a sus bases y deslegitimar a la oposición antes de una elección marcada por la desconfianza y la baja participación esperada.
La comunidad internacional sigue atenta al desarrollo de los acontecimientos, mientras crece la presión para que el proceso electoral se lleve a cabo en condiciones de legalidad, equidad y respeto a los derechos humanos.