El conflicto en Oriente Medio se intensifica. Misiles iraníes han destruido 240 edificios y 2,000 apartamentos en Israel, dejando 9,000 personas sin hogar, según el Comando de Frente Interno israelí. Esto ocurre después de que Estados Unidos atacara instalaciones nucleares en Irán, desatando una nueva ola de represalias y elevando las cifras de víctimas en ambos lados.
La reciente escalada del conflicto en Oriente Medio ha dejado un rastro de devastación en Israel, donde misiles iraníes han destruido 240 edificios con 2,000 apartamentos, dejando a 9,000 personas sin hogar. La cifra fue confirmada este domingo por un oficial del Comando de Frente Interno, el organismo militar israelí encargado de las directrices de seguridad para la población.
En una comparecencia virtual ante la prensa, el oficial detalló la magnitud de los daños, señalando que los edificios afectados están completamente destruidos o tan severamente dañados que son inhabitables. Como respuesta a la creciente amenaza, las medidas de seguridad para los ciudadanos israelíes se han vuelto a endurecer, regresando al nivel más alto de alerta. Colegios y centros de trabajo permanecen cerrados, y solo se permiten actividades esenciales. «Cerca de 10 millones de personas están en sus casas», afirmó el oficial, reflejando el impacto generalizado en la vida cotidiana.
Cuando se le preguntó sobre las críticas respecto a la escasez de refugios en comunidades árabes dentro de Israel, el oficial aseguró que el presupuesto y los esfuerzos de seguridad se destinan por igual a las poblaciones judías y árabes, sin distinción.
La intensificación de los ataques se produce horas después de que Estados Unidos atacara instalaciones nucleares en Irán durante la madrugada. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear iraníes, incluyendo Isfahán, Natanz y Fordó, fueron «destruidas por completo». La instalación de Fordó, ubicada al sur de Teherán, es considerada crucial para el programa nuclear iraní.
En respuesta a estos ataques, Irán lanzó una nueva oleada de misiles que, si bien causaron decenas de heridos, la mayoría de ellos leves, evidencian la peligrosidad de la represalia.
Desde el inicio de la ofensiva israelí hace diez días, 24 personas han muerto en Israel, además de una mujer que sufrió un infarto en un búnker. En contraste, el Ministerio de Sanidad de Irán eleva la cifra de muertos a 400, mientras que un grupo de derechos humanos con sede en Washington cifra los fallecidos en Irán en 850. La situación sigue siendo volátil y de extrema preocupación para la comunidad internacional.
