Las alergias son una de las afecciones más extendidas a nivel mundial, impactando a un estimado del 30% al 35% de la población global. Su aparición, influenciada por factores genéticos y ambientales, exige un control temprano para evitar que se conviertan en enfermedades más graves o sensibilizaciones que compliquen su manejo.
El doctor Joselit Torres Bermúdez, alergólogo del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), enfatiza que estas reacciones pueden manifestarse en la piel, el sistema respiratorio o digestivo, afectando significativamente la calidad de vida de los pacientes.
«La predisposición genética es clave; si uno de los padres tiene alergias, el riesgo para el hijo es del 30%. Si ambos padres son alérgicos, la probabilidad se eleva entre el 70% y el 80%», explica Torres. En Venezuela, los ácaros son la causa más común de alergias, seguidos por mosquitos, mariscos, gluten y leche, según estudios epidemiológicos nacionales.
Impacto en la Calidad de Vida
Las alergias van más allá de una simple molestia física, afectando aspectos mentales y sociales al limitar el rendimiento académico, profesional y la calidad del sueño.
«Los pacientes alérgicos pueden tener dificultades para concentrarse, sentirse irritables o intranquilos, y sufrir trastornos del sueño. Si no se controlan, estas condiciones pueden progresar. Por ejemplo, una rinitis mal tratada podría desencadenar asma o una urticaria crónica, y también pueden aparecer reacciones adversas a alimentos o medicamentos», advierte Torres.
Para abordar este problema, el GMSP ofrece atención especializada con médicos capacitados y herramientas de diagnóstico avanzadas como el prick test, una prueba cutánea que identifica con precisión los alérgenos específicos de cada paciente.
Síntomas y Evaluación Oportuna
Según el Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Niñez (ISAAC), citado por la Universidad Central de Venezuela (UCV), el 67% de los pacientes alérgicos en el país sufren de rinitis, el 32% de asma bronquial y el 20% de dermatitis atópica o urticaria.
El doctor Torres recomienda consultar a un alergólogo si presenta alguno de los siguientes signos:
Síntomas respiratorios persistentes que no mejoran con tratamientos habituales.
Mucosidad constante, acuosa o transparente, acompañada de ronquidos o necesidad frecuente de sonarse la nariz.
Episodios gripales recurrentes o tos continua.