La alegría inunda a Venezuela tras la canonización del doctor José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles, dos figuras que ya brillan en los altares de la santidad. Sin embargo, el fervor no cesa, y la mirada de fe se posa ahora en la Beata Madre María de San José, cuya canonización se espera con optimismo en un futuro cercano.
«Los venezolanos estamos muy felices por la canonización del doctor José Gregorio Hernández y de la Madre Carmen. Pero también tenemos una Beata muy querida, como es la Madre María de San José. ¿Podemos tener una buena noticia pronto con ella?«, preguntó la periodista de El Impulso. La respuesta por parte de Monseñor Alberto Ortega Marín, Nuncio Apostólico para Venezuela, aunque cautelosa, fue esperanzadora: «Yo espero que sí, porque son cosas que llevan tiempo, pero se está siguiendo el tema. Yo creo que puede haber buenas noticias«.
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Durante su visita a Barquisimeto, Monseñor señaló que más allá de la expectativa por las próximas canonizaciones, se resalta una profunda invitación a la reflexión sobre la esencia de la santidad.
«Espero que vaya habiendo más santos, porque están algunos ya ahí esperando el empujón para llegar a los altares. Y sobre todo que sea la ocasión para que todos, todos los venezolanos y todos los que estamos aquí, tomemos conciencia de que nuestra vocación es ser santos«, se enfatizó.
Indicó que la santidad, lejos de ser un camino reservado para unos pocos privilegiados o para aquellos que realizan actos extraordinarios, es presentada como una vocación universal y accesible.
«Para ser santos no hace falta ser especiales, sino vivir el don que se nos ha dado allí donde estamos«, se explicó. Mencionó ejemplos como el doctor José Gregorio Hernández, reconocido por su preparación intelectual, pero cuya santidad residió en una vida de servicio y dedicación cotidiana, o la Madre Carmen, que también encarna esta visión de santidad ordinaria.
Sostuvo que la visión del Papa Francisco sobre los «santos de la puerta de al lado» resuena con fuerza en este contexto. «Qué bonito que sean santos que no los recordamos por haber hecho milagros y cosas extraordinarias, sino como ejemplos que son accesibles para todos nosotros«, se subrayó.
Señaló que esta es la santidad a la que todos estamos llamados a vivir, una forma de vida que, aunque no culmine en una canonización, representa el mejor servicio a la sociedad.
Madre María de San José:
Fue la primera Beata de Venezuela. Nació el 25 de abril de 1875, en Choroní, estado Aragua y murió el 2 de abril de 1967. El milagro por el cual fue beatificada ocurrió en 1982 cuando sanó a la hermana Teresa Silva que quedó inválida por una penosa enfermedad y la Madre le había profetizado su curación años antes.
«La Madre María es una mujer que supo fundir de manera admirable oración y acción, consumándose en un amor ilimitado hacia Dios y en la práctica de la más genuina caridad hacia el prójimo», expresó El 7 de mayo de 1995 el Papa San Juan Pablo II cuando la declaró oficialmente beata.