Este 16 de julio, como cada año desde 2021, cientos de conductores de transporte en Venezuela celebraron con fervor la festividad de Nuestra Señora del Carmen, patrona de los choferes y de la Arquidiócesis de Barquisimeto.
Una caravana de fe, cornetas y esperanza recorrió las calles de Barquisimeto para culminar con una emotiva misa en la Catedral Metropolitana, donde la Virgen del Carmen fue venerada por cientos de transportistas y feligreses reafirmando su devoción y gratitud por la protección de la Virgen.
Una tradición que nació en tiempos de pandemia
Este 16 de julio, como cada año desde 2020, los transportistas venezolanos se congregaron en Barquisimeto para honrar a su patrona, Nuestra Señora del Carmen, en una jornada cargada de espiritualidad, gratitud y comunidad.
Lo que comenzó como una iniciativa local en medio de la pandemia, hoy se ha transformado en una celebración nacional que une al gremio del transporte con su fe más profunda.
Devoción sobre ruedas
La tradición nació en Lara durante los días más difíciles del confinamiento por COVID-19, cuando la movilización de alimentos y medicinas dependía del valor de los conductores. En ese contexto surgió el grupo Los Guerreros del Camino, quienes decidieron agradecer con una caravana a la Virgen del Carmen, convirtiéndola en su guía espiritual.
“Cada 16 de julio, rendimos tributo a nuestra madre protectora”, relató Fernando Nóbrega, uno de los fundadores del movimiento.
Desde el oeste hasta la Catedral
El recorrido comienza en el oeste de Barquisimeto, en un importante centro de transporte de la ciudad. Allí se celebra una misa matutina, punto de partida de una colorida caravana que atraviesa la ciudad rumbo a la Catedral Metropolitana, cuya patrona también es la Virgen del Carmen.
“Muchos no saben que la Virgen del Carmen es la patrona de la Catedral. Por eso, este es nuestro destino final”, explicó Nóbrega.
Después de la solemne eucaristía, los transportistas emprenden un segundo recorrido hacia el este, haciendo sonar cornetas, ondeando banderas y encendiendo luces en señal de celebración y fe.
Testimonios de fe al volante: “Ella va conmigo en la gandola”
Para los transportistas, la protección de la Virgen del Carmen va más allá de una devoción simbólica: es una presencia real en cada viaje.
“Cada vez que salgo, ella va conmigo en la gandola, en la moto, donde ande yo”, expresó César Sequera, participante de la procesión. “Le pido que me cuide, que me dé trabajo, salud, y que regrese siempre con bien a mi hogar”.
Historias como la de Eligio Rivero, veterano camionero, resaltan el papel milagroso que muchos atribuyen a su patrona:
“Se me rodó la gandola hacia atrás y justo cuando me encomendé a Dios y a ella, se trancó sola. Fue un milagro”, recordó con la voz entrecortada.
Un homenaje que une rutas, corazones y esperanza
Más que una celebración, el homenaje a la Virgen del Carmen se ha convertido en una manifestación de identidad y unidad para los transportistas venezolanos. Desde cada volante, los llamados Guerreros del Camino confían en que su patrona los guía, los protege y los acompaña, kilómetro a kilómetro, hasta regresar seguros al hogar.