Simón Bolívar: Hombre de letras con alma de Libertador #24Jul

-

- Publicidad -

Este jueves, 24 de julio, se cumplen 242 años del natalicio del libertador Simón Bolívar. Más allá del mito y el mármol, su vida fue la de un hombre profundamente culto, apasionado por la palabra escrita, que convirtió su pensamiento en acción y su ideal en una gesta continental.

Antes de tomar una espada, Bolívar tomó libros. Nació en Caracas en 1783, en el seno de una familia adinerada, pero pronto la vida lo despojó de comodidades emocionales: quedó huérfano de padre a los tres años y de madre a los nueve. Su refugio fue el pensamiento, y su salvación, los maestros.

- Publicidad -

Hombre de letras y filósofo

Simón Rodríguez, filósofo autodidacta, irreverente y pedagogo de vanguardia, le enseñó que la libertad no comienza en el campo de batalla, sino en la mente. Lo instruyó en Rousseau, Montesquieu, Voltaire y otros pensadores ilustrados que dejaron huella en Bolívar para siempre.

En Europa, Bolívar presenció la coronación de Napoleón Bonaparte y recorrió bibliotecas y academias, el joven caraqueño se formó no solo como lector, sino como hombre de pensamiento universal, sensible al arte, la política y la historia. Allí, en Roma, juró liberar a América. Pero no lo haría solo con armas, sino con ideas.

La pluma, su primera arma


Bolívar fue un escritor incansable. Su correspondencia, manifiestos y discursos revelan a un hombre que dominaba el lenguaje con una profundidad notable. No escribía por protocolo; escribía porque necesitaba construir el futuro a través de la palabra.

Su Carta de Jamaica (1815) no solo es uno de los documentos más lúcidos del siglo XIX, sino una radiografía del alma americana. En ella, Bolívar analiza las causas del colonialismo, el papel de Europa y plantea la posibilidad de una nueva América Latina: libre, educada y cohesionada.

En el Discurso de Angostura (1819) propone un sistema político basado en la moral y la virtud ciudadana, y plantea la educación como pilar del Estado. Su Constitución de Bolivia (1826), redactada de su puño y letra, reflejó un modelo adelantado a su tiempo, con fuerte énfasis en la formación cívica del pueblo.

También dejó huella con textos como la Proclama de Guerra a Muerte, el Manifiesto de Cartagena, y cientos de cartas que combinan estrategia política, reflexión filosófica y sensibilidad humana. Su estilo era directo, vehemente y muchas veces poético.

Un intelectual que también luchó


Pero Bolívar no se quedó en los libros. Pocos hombres en la historia han unido con tanta intensidad el pensamiento y la acción. Entre 1810 y 1825, lideró la independencia de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Cruzó montañas imposibles, ganó batallas decisivas y levantó pueblos enteros con el ideal de la libertad.

Como militar, fue audaz y carismático. Como estadista, visionario y complejo. Como pensador, fue un adelantado a su tiempo. Su sueño de una Gran Colombia y en la América Latina unida bajo principios comunes, no se concretó, pero su propuesta sigue siendo faro para la región.

Amante de la cultura y de la vida


Lejos del campo de batalla, Bolívar fue un amante de la música, la literatura, la conversación y el arte clásico. Se interesó por la arquitectura, la historia antigua y el teatro. Sentía admiración por los grandes oradores romanos, y sus propios discursos se inscriben en esa tradición.

Una despedida sin gloria, un legado sin final


Bolívar murió a los 47 años, el 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta, Colombia. Traicionado por sus antiguos aliados, exiliado del poder y consumido por la enfermedad. Aun así, sus últimas palabras no fueron de derrota. Fue él quien dijo: «Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.»

Desde entonces, Bolívar no ha muerto. Su pensamiento vive en las constituciones, en las academias, en los movimientos sociales y en los debates políticos de cada época. Su nombre nombra ciudades, escuelas, pueblos, avenidas, sueños.

Porque fue mucho más que un guerrero: fue un hombre de letras, con alma de Libertador. Un hombre que entendió que para cambiar el mundo primero hay que imaginarlo, escribirlo… y después, atreverse a conquistarlo.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -
Carmenmilagro Aulino
Carmenmilagro Aulino
Periodista en El Impulso desde 2023.
- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -