La primera obra titulada La guerra invisible. Espías y espionaje en la independencia venezolana 1810-1821, escrita por el profesor de historia y editor Andrés Eloy Burgos, nos presenta un tema original: la articulación de una red de espionaje en ambos bandos de la contienda por la independencia de Venezuela, abordada con el rigor propio de las investigaciones académicas, pero escrita en un estilo provocativo e interesante. Hombres y mujeres de variada extracción social y ocupados en actividades disímiles, se dedicaron al acopio de información, con riesgo de sus vidas, para contribuir a trazar los rumbos de la guerra en los bandos a los cuales pertenecían.
La segunda es una obra singular por su temática que estuvo a cargo de la joven antropóloga Betnaly González Yañez y que lleva por título: Ajuar doméstico. Lujo y ostentación, en la Caracas de finales del período colonial. Los muebles, accesorios y objetos diversos que podían encontrarse en las residencias particulares de los caraqueños de entonces, eran expresiones del estatus de social de sus poseedores, más allá de las cualidades que aportaban a estas piezas su funcionalidad y utilidad. Este estudio se fundamenta en la indagación sobre el vínculo “entre personas, identidades y objetos” en la Caracas de fines del período colonial.
Otras dos obras presentadas al concurso recibieron mención especial de publicación por parte del jurado que tuvo a su cargo la evaluación y calificación de los trabajos. Una de ellas Divino temor, iglesia miedo y guerra en Venezuela (1810-1814), de la autoría de Carlos Marín Medina, se basa en una acuciosa investigación documental sobre el discurso de la institución eclesiástica con la finalidad de sembrar el miedo para dar soporte a la causa de la monarquía.
