Un inédito ensayo de Antonio Banderas demuestra que el dicho de «los perros se parecen a sus dueños» es una auténtica realidad. El actor español ha compartido un vídeo en el que, con pijama y desde la comodidad de su sofá, entona una de las canciones Gypsy, su última producción de teatro musical. Pero no lo hace solo y es que un particular corista lo acompaña en esta entrañable escena.
Hablamos del perrito Gypsy, que comparte nombre con el de la obra, pues cuando tan solo tenía dos meses, «llegó a nuestras vidas justo cuando comenzábamos los ensayos» —cuenta Banderas—. Así, subido al colo del actor, aúlla como si fuera otro tenor a la par que su dueño canta.
«Tenía dos meses, y se ha criado entre bailarinas, cantantes, actores y músicos. Así que, de vez en cuando, se viene arriba y canturreamos juntos», explica el malagueño, sobre las dotes artísticas de su mascota. De hecho, si bien no sabemos hasta qué punto llevará Gypsy su afición, lo cierto es que pronto podría cambiar de repertorio. «También a él le va a resultar difícil decir adios a sus amigos de la compañía», apunta Banderas, puesto que las representaciones de la obra finalizan el 25 de mayo en el teatro Nuevo Apolo de Madrid.
Gypsy no ha dejado indiferente a los más de 4 millones de seguidores de Antonio Banderas en Instagram. «Gypsy tiene un gran talento», «sácalo en la obra» o «cásting superado para el próximo musical«, son algunas de las simpáticas respuestas que pueden leerse entre los comentarios.
‘Gypsy’, un musical de Broadway made in Andalucía
Gypsy es uno de los clásicos de Broadway que Antonio Banderas ha adaptado por primera vez en España. El musical está basado en la historia de Gypsy Rose Lee (Marta Ribera), una artista de burlesque que busca convertir a sus hijas en estrellas del vodevil a cualquier precio. La obra, de Arthur Laurents, se inspira en los Estados Unidos de los años veinte y treinta del siglo pasado para explorar el mundo del espectáculo con humor, corazón y satisfacción.
Esta es la cuarta producción del Teatro Soho Caixabank de Málaga, propiedad de Banderas, que en los últimos cinco años se ha erigido como epicentro del gran teatro musical en España. La dirección musical está en manos de Arturo Díez Boscovich, quien dirige una orquesta sinfónica compuesta por 26 músicos de la Larios Pop del Soho, encargados de interpretar la compleja partitura compuesta por Jule Styne, con letras de Stephen Sondheim.
Esta adaptación incluye tres de las coreografías originales de Jerome Robbins, una de las figuras más influyentes en la historia del teatro musical, responsable de coreografías legendarias como las de West Side Story. La coreografía adicional está a cargo de Borja Rueda y en la escenagrafía destaca un escenario giratorio para recrear los rápidos cambios de escena que requieren las transiciones del mundo del vodevil y el burlesque. Además, el pintor malagueño José Luis Puche, vinculado al Teatro Soho desde sus inicios, ha colaborado en la creación de algunos de los telones pintados a mano, lo que añade una dimensión artística única al montaje.