El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió este jueves a las críticas lanzadas por el empresario Elon Musk, con quien sostuvo una estrecha relación durante los primeros años de su segundo mandato.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump aseguró: “No me importa que Elon se vuelva en mi contra, pero debería haberlo hecho hace meses”, dejando claro que no le preocupa el distanciamiento del magnate tecnológico.
Las declaraciones de Trump llegan una semana después de que Musk se desligara oficialmente del Gobierno, criticando abiertamente al mandatario por diversas decisiones políticas, entre ellas el controvertido proyecto de ley de gastos federales, al que calificó como una “abominación repugnante”.
En contraste, Trump defendió con vehemencia la propuesta legislativa, señalando que representa “uno de los proyectos de ley más importantes jamás presentados en el Congreso”. De acuerdo con el presidente, el texto contempla un recorte de gastos récord de 1,6 billones de dólares y la “mayor reducción de impuestos jamás otorgada”. También advirtió que su rechazo implicaría “un aumento de impuestos del 68 % y cosas mucho peores”.
Tensiones crecientes
Las fricciones entre ambos se intensificaron tras las declaraciones recientes de Musk, quien se atribuyó parte del triunfo republicano en las elecciones de medio término y, además, sugirió que Trump figura en archivos vinculados al caso Epstein, una insinuación que ha causado gran revuelo mediático. Aunque el empresario no presentó pruebas directas, sus comentarios alimentaron la polémica.
Trump evitó referirse directamente a esas acusaciones, pero insistió en que su enfoque actual es resolver los problemas del país. “Yo no he creado este desastre, solo estoy aquí para arreglarlo. Esto pone a nuestro país en el camino de la grandeza. ¡HAGAMOS QUE ESTADOS UNIDOS VUELVA A SER GRANDE!”, concluyó en su publicación.
¿Ruptura definitiva?
Aunque no es la primera vez que Musk y Trump tienen desacuerdos públicos, esta es una de las confrontaciones más directas desde que el empresario comenzara a distanciarse del Gobierno federal. Musk, CEO de X (antes Twitter), Tesla y SpaceX, había fungido como asesor informal en temas de innovación, inteligencia artificial y transición energética.
Analistas políticos consideran que la ruptura podría tener implicaciones tanto en el escenario tecnológico como en la estrategia electoral del mandatario, quien busca consolidar su base de apoyo de cara a los próximos comicios.
Mientras tanto, en redes sociales y medios conservadores, el debate entre ambos magnates continúa generando opiniones divididas. La tensión entre Trump y Musk marca una nueva fase en la compleja relación entre la política estadounidense y los gigantes tecnológicos.