En contraste con la incertidumbre que generó la reciente decisión del Ejecutivo nacional de eliminar el uso del dólar paralelo y del promedio como referencia para fijar precios, los precios de productos como la carne de res, el pollo y el cochino se han mantenido sin mayores variaciones en los principales mercados y carnicerías de Barquisimeto.
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A pesar del nuevo escenario económico, los comerciantes de este rubro han logrado estabilizar sus estructuras de costo en función de la tasa oficial emitida por el Banco Central de Venezuela (BCV), evitando así fluctuaciones abruptas en los montos de venta al público.
Un sector que ya operaba con la tasa oficial
Desde hace meses, buena parte de los vendedores formales del ramo cárnico en la capital larense venían facturando en bolívares sobre la base de la tasa oficial del BCV, lo que amortiguó el impacto del reciente cambio normativo.
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Esta práctica previa, adoptada en su mayoría para facilitar las transacciones electrónicas y mantener la confianza de los clientes, ha sido clave para que el mercado de proteínas animales se mantenga sin alteraciones significativas en sus precios.
Verduras y hortalizas con alzas estacionales, no cambiarias
A diferencia del comportamiento observado en carnes y proteínas, productos como la cebolla, el repollo, el tomate y la zanahoria sí han experimentado un incremento en sus precios durante las últimas semanas.
Sin embargo, de acuerdo con fuentes consultadas en mercados populares de la ciudad, estas alzas no guardan relación con el tipo de cambio o el nuevo esquema cambiario oficial, sino con las dinámicas propias de la producción agrícola por temporada.
La oferta limitada, los ciclos climáticos y la baja en la cosecha de ciertas zonas productoras han influido directamente en los costos, afectando temporalmente al consumidor final.
Los comerciantes responden con cautela y adaptabilidad
Frente al nuevo marco económico, la respuesta del sector comercial vinculado a la venta de alimentos ha sido en general moderada y adaptativa. El temor inicial ante una posible alza generalizada en los precios fue disipado, al menos en el caso de la carne, pollo y cochino, gracias a que los comerciantes mantuvieron sus estructuras de precios sin aplicar sobrecostos adicionales derivados del tipo de cambio.
Fuentes del mercado coinciden en que mientras la cadena de distribución continúe facturando a tasa oficial, como ocurre actualmente, los precios podrán seguir estables, lo que representa un alivio para los consumidores que enfrentan constantes retos en su poder adquisitivo.
No todos los precios responden igual
Aunque el dólar paralelo ya no funge como referencia formal en el comercio local, los efectos de esta medida no son homogéneos en todos los rubros. En el caso de los alimentos de consumo masivo como las carnes, cuya cadena de producción está mayormente nacionalizada, el uso exclusivo de la tasa del BCV ha traído una relativa tranquilidad al consumidor, al menos en el corto plazo.
En cambio, productos con alta dependencia de insumos importados o agrícolas sujetos a estacionalidad seguirán siendo más sensibles a las condiciones externas o a fenómenos coyunturales, como el clima o la logística de distribución.
Una estabilidad parcial
En conclusión, el mercado de carnes en Barquisimeto ha logrado mantener una línea de precios estable pese a los recientes cambios en la política cambiaria nacional.
Aunque la medida del Ejecutivo ha generado preocupación en algunos sectores, este caso demuestra que, cuando la cadena comercial ya opera con la tasa oficial, el impacto puede ser mínimo. No obstante, se mantiene el reto de preservar esa estabilidad a largo plazo en un entorno económico que aún presenta señales de volatilidad en otros sectores.