«A Bordar la Voz» surgió de la profunda necesidad de crear y recrear vínculos en un mundo transformado por la pandemia. «Nuestro mundo, de pronto, se desmoronó ante nuestros ojos, así que decidimos inventar maneras de reconstruirlo«, afirman sus creadores, Ricardo Benaim y Daniela Díaz Larralde. El proyecto es el resultado de un proceso de intercambio sostenido que comenzó en 2020, impulsando talleres de creación, exposiciones internacionales y eventos de reflexión sobre el papel del arte en tiempos complejos.
El corazón de «A Bordar la Voz» son las palabras, bordadas cuidadosamente por casi un centenar de artistas en soportes de 34×34 centímetros. El propósito esencial de este viaje itinerante es «otorgarles de nuevo la VOZ desde nuestra raíz corporal —cuerpo perceptor y resonante—», explican Benaim y Díaz Larralde. Cada obra encapsula una vibración, una expresión que busca reconfigurar y recrear un lugar donde la convivencia sea posible.


De Venezuela al mundo
Barquisimeto marcó la octava estación de «A Bordar la Voz» en Venezuela, tras haber resonado en ciudades como Aruba, Mérida, Tovar, Valencia, Maracaibo, Caracas y Margarita. Este periplo inicial por el territorio venezolano culmina con éxito, pero el movimiento del proyecto no se detiene. Su eje fundamental radica en «co-crear, desde la vibración resonante de múltiples y diversas voces, un mundo plural, compartido, cuyo territorio —nuestro suelo común—, no atado a ninguna frontera, estará hecho de cuerpos, hilos, telas y palabras vivas«.
Con la exposición en Barquisimeto, «A Bordar la Voz» cierra su primer ciclo en su tierra de origen y se prepara para una ambiciosa expansión internacional. El próximo destino será España, incluyendo las Islas Canarias, para luego extenderse a los países de habla hispana en América. Posteriormente, la visión a largo plazo contempla sumar voces de lenguas distintas al español, priorizando inicialmente los idiomas romances como el portugués (con Brasil como objetivo clave), italiano, francés y rumano, y gradualmente otras lenguas que el tiempo traiga.
«A Bordar la Voz» es más que una exposición; es un llamado a la conexión, a la reflexión sobre nuestra existencia y a la co-creación de un futuro compartido a través del poder de la palabra bordada.

