Desde el mes de noviembre, el núcleo Tarabana de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) paralizó sus actividades académicas por decisión de empleados, obreros y profesores, luego de que se perpetrara la quema de un vehículo de un trabajador administrativo en el estacionamiento de la institución.
Sin embargo, el rector de la academia, Francesco Leone, aseguró que respondió a todas las solicitudes de la comunidad universitaria a fin de retornar a las actividades regulares en los Decanatos de Agronomía y Ciencias Veterinarias.
Uno de los primeros requerimientos de los protestantes fue el de la seguridad. La autoridad explicó que redoblaron la vigilancia al colocar 13 personas en puntos estratégicos, así como también se instaló en la parte externa del recinto un módulo de la Policía de Lara con presencia de tres funcionarios.
Como segunda exigencia, la agrupación intergremial solicitó mejoras en el servicio del agua. Leone informó que repararon las bombas hidráulicas que surten los tanques de la universidad..
El tercero y último punto, fue referido al esclarecimiento del hecho donde se quemó el vehículo de un trabajador. En tal sentido, la autoridad indicó que Fiscalía tiene identificados a los presuntos autores materiales y sólo esperan por las sanciones judiciales.
Tensión con el transporte
En horas de la mañana de este miércoles, el transporte de la UCLA amaneció paralizado. Los conductores exigen un aumento del 75% de sus ingresos, pero la universidad bajo autorización del ministerio sólo puede otorgar un 50%.
Los transportistas sólo aceptarán el 50% durante tres meses, luego exigirán otro ajuste porcentual. Indican que la inflación ha perjudicado en el mantenimiento de sus buses. Acordaron un plazo de ocho días para que la academia estudie su propuesta, sino retomarán sus acciones de protesta.
