A principios de enero de 1958 el General Marcos Pérez Jiménez andaría orondo con el fraudulento plebiscito que abusivamente había impuesto. De no haber sido tipo serio quizás pensaría en salir bailando en televisión con doña Flor. Poco imaginaría que pronto abordaría la “Vaca Sagrada” para huir a Santo Domingo.
El patrimonio cultural de Barquisimeto se encuentra en un estado deplorable.
Las autoridades gubernamentales no han actuado de la manera más idónea para concretar una política de conservación, rescate y resguardo del patrimonio cultural tangible e intangible de nuestra ciudad.
“El tiempo que dure este Gobierno será proporcional al tiempo que dure la oposición y factores descontentos del oficialismo en ponerse de acuerdo para sacarlo”.