Errar es humano, cierto, pero no excusa para persistir en el error. Es acicate para levantarnos y no amilanarnos en lamentos, sino corregir, volver a empezar. Lo han hecho héroes y santos. En cada uno de nosotros debe haber uno u otro, o ambos. Estamos hechos de la misma forma, somos carne y espíritu, cuerpo y alma; difiere, por culpa nuestra, la voluntad. Todos estamos llamados y tenemos los medios, tanto para el heroísmo como para la santidad.
“De lessa patria consideramos nosotros que se esté preparando en los cuarteles solamente la forma de controlar las manifestaciones populares… que en vez de practicar con nuestras armas de guerra estemos preparándonos solamente con barricadas para frenar y matar estudiantes. Llamamos a los estudiantes, a los obreros, a los intelectuales, al clero progresista, a los soldados de todas las latitudes, a los hombres que sueñan, para que construyan con nosotros una nueva patria o para que se instalen a construirlas ellos. No tenemos afán de dictadura militar”.
Arias Cárdenas-Teniente Coronel- “El 4 de Febrero” –Por Ahora…Pág. 138.
Leer u oír a algún religioso, cristiano, hablar de la Navidad y la distorsión que se tiene de ella. Escuchar su queja, por la forma como se han perdido los valores espirituales, como el ser humano se ha apartado de Dios y como el interés material sustituye el espíritu solidario, de amor y servicio que nuestro Señor Jesucristo enseñó, en estos tiempos navideños, es, si se quiere, normal.