A las 3:00 PM del miércoles 11 de junio de 1947, arribaron al puerto de La Guaira los venerados restos del obispo mártir monseñor doctor Salvador Montes de Oca, repatriados a Venezuela tras las gestiones y esfuerzos del sacerdote venezolano Luis Antonio Rotondaro, nacido en Tinaquillo, quien fuera desde su época de seminarista, ayudante de Montes de Oca; ahora estaba facultado por la Junta Revolucionaria de Gobierno para repatriar los despojos del prelado larense quien encontró su hora final en La Cartuja de Farneta del Espíritu Santo, convento de la Orden de San Bruno, en Italia, aquel aciago año del Señor de 1944, en horas del mediodía del 6 de septiembre, cuando fue ejecutado por un pelotón de soldados nazis, luego de varios días de torturas.
Mucho se ha escrito sobre el historiador y expresidente de la República José Gil Fortoul, nacido en Barquisimeto, en la calle Libertador Nro. 71 (hoy Carrera 19 entre 22 y 23), el 29 de noviembre de 1861, uno de los intelectuales más deslumbrantes del siglo XX. Erudito del derecho, las letras, y la filosofía; un periodista agudo, un político y diplomático brillante.
El almirante José Prudencio Padilla, prócer de la Independencia de Venezuela y Colombia, no tuvo mejor suerte que el general Manuel Piar: ambos fueron militares de una condición y una destreza única envidiable. También fueron pardos, una etnia social relegada para la época.
Pedro Cornelio Gómez y Hermenegilda Chacón Alarcón, padres del general Juan Vicente Gómez, contrajeron nupcias en 1856, para luego procrear 14 hijos, de los cuales el dictador fue el primogénito, nacido el 24 de Julio de 1857 en el sitio de “El Salado”, dentro de la finca “La Mulera”.
Aquel 5 de julio de 1811, el Congreso de Venezuela celebró una segunda sesión en donde acordaron redactar un documento que sirviese de Acta, indicando los motivos y causas que originaron la Declaración de la Independencia, delegando su redacción al diputado Juan Germán Roscio y al secretario del Congreso, Francisco Isnardi.