Eran las seis de la mañana del 30 de noviembre de 1957, cuando el general Marcos Pérez Jiménez subió a la moderna locomotora Diesel Multiple Unit, autovía fabricada por la empresa italiana FIAT y compuesta por dos coches motores líderes en los extremos, con cabinas de conducción y tres coches intermedios.
Durante la colonia, la correspondencia llegaba a la Capitanía General de Venezuela en buques de guerra por los puertos de La Guaira y Puerto Cabello, y el golfo de Maracaibo. El correo que se enviaba al extranjero era transportado por vía marítima a las islas de Santo Domingo, Puerto Rico y Cuba.
Cuando el capitán general Domingo de Monteverde tomó Caracas el 12 de julio de 1812, los patriotas en la resistencia como Bolívar, Ribas, Mariño, Piar, Montilla, Soublette y otros jefes criollos, no tenían ninguna práctica de la guerra con excepción del generalísimo Francisco de Miranda y otros contados oficiales.
Los inicios comerciales del cacao se remontan al tiempo de la Colonia en Venezuela, cuando el país se convirtió en el primer exportador. Desde finales del siglo XVI hasta inicios del siglo XIX, el cacao en Venezuela representó el primer rubro de producción y exportación de la economía, gozando de una notable apreciación en el mercado internacional.
La mañana del 12 de febrero de 1963, cuando el gobierno celebraba el Día de la Juventud, un comando de guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), todos integrado por militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), tomaron por asalto el buque mercante venezolano Azoátegui, que navegaba hacia México y Estados Unidos.