Durante los primeros años, los miedosos no se atrevían a pasar cerca de la vieja casona. Los más atrevidos, desde la calle, a través de la celosía del gran ventanal, se asomaban para ver al muerto, con sus anteojos puestos, elegantemente trajeado de negro, con una pluma en la mano en pose de escritor de los documentos que le dieron a conocer como gran teórico del liberalismo amarillo.
El Mariscal de campo don Pablo Morillo tenía una hoja de vida sobreabundante de episodios militares, todos envidiables. Se había iniciado en el Real Cuerpo de Marina a los 13 años y tenía 37 cuando la corona le otorgan la responsabilidad de pacificar las provincias de ultramar con el rango de capitán general de las provincias de Venezuela.
El general Carlos Liscano, presidente del estado Lara (1907–1909), así como integrantes de la sociedad de notables de Barquisimeto, organizaron un agasajo para recibir al "invicto Jefe de la Restauración Liberal y presidente de los Estados Unidos de Venezuela, General Cipriano Castro", quien hizo su entrada a la ciudad, entre vítores y aplausos, a través del Ferrocarril Bolívar el 18 de agosto de 1908.
La mañana del 24 de julio de 1924, los integrantes de la Orquesta Mavare, se retrataron en la Plaza Bolívar del entonces Distrito Tocuyo, estado Lara, en la víspera del acto solemne de inauguración de la Planta Eléctrica y el encendido de las luminarias de la sede de los Poderes Públicos, la plaza, las calles y la mayoría de las casas de aquella ciudad.
Cuando sonó el teléfono por segunda vez aquella pavorosa mañana del 19 de noviembre de 1969, el célebre presentador de televisión Renny Ottolina sintió...