Es muy fácil condenar a otros con el simple argumento de tener dinero. Y es lo que hacen las filosofías populistas quienes en su discurso político promueven sociedades “más justas”.
Dios pudo presentar su Palabra en un nivel bien elevado académica e intelectualmente hablando. Y así motivar a los grandes intelectos humanos a leerle e interpretarle. Pudo dejar pasajes oscuros que permitiera a los hombres de letras y de intelectos privilegiados se gozaran en debatir.
Dedicado especialmente a mi nieto mayor Miguel Alejandro Aranguren Amaro.
Es posible que muchos de mis amados lectores por la WEB no conozcan este término....
En este país estamos tristes, pero, peligrosamente respirando aires de rebelión. Y no es ninguna exageración. Todos lo percibimos, sobre todo los líderes políticos...