En la sociedad de la información nada más elemental que los entes, públicos o privados, locales o globales, sociales, empresariales o académicos, se nutran de datos, hechos, informaciones, evaluaciones y opiniones de todo género...
El asesinato de la hija del Cónsul de Chile, Karen Verendique, de 19 años, quien junto a su hermano pasa ante una alcabala del CICPC -policía judicial - y al no detenerse es acribillada, desnuda la indefensión de la ciudadanía ante el desbordamiento de los cuerpos de seguridad del Estado
Desde 2001, cuando se aprueba en Lima la Carta Democrática Interamericana y ha lugar, paradójicamente, el mismo día 11 de abril, el ataque terrorista que provoca la caída de las Torres Gemelas en Nueva York, predico el cierre final de un tiempo y más que un tiempo de una Era en la vida de la Humanidad signada hasta entonces por el predominio de la materia y la organización social alrededor de la política y la práctica ciudadana localizadas...
Nunca como ahora, en pleno régimen de utilería cuya obra es el espectáculo, y sus vallas testimonio de la fantasía, se habla tanto en Venezuela de patria y soberanía; conceptos devaluados, a un punto tal que al gendarme enfermo le obsesiona dejarnossin identidad, que no sea el culto a los huesos de Bolívar y sus cartas. Ni siquiera nos quiere como brizna de paja en el viento, si recordamos a Gallegos y su personaje, Pablo Azcárate, quien de apellido le queda lo zorruno.
Durante mucho tiempo me pregunto sobre el brutal aumento de los homicidios que nos anega. Los muertos a manos del crimen son 4.500 en 1998 y ocurren 18.000 cada año, durante los años más recientes.