#RevistaGala Daniella Yánez Ledda: Mami que captura sonrisas

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Nombrarla a ella es hablar de alguien que siempre ha estado llena de ganas por hacer cosas creativas y colmadas de originalidad. Formó parte de nuestro equipo y vimos crecer su barriga con la ilusión de unos fervientes amantes de los bebés. Luego, conocimos a la pequeñita Ana Luisa e inevitablemente nos robó completamente el corazón con su linda carita y su ternura. Conozca un poco con nosotros de esta mami amante de la fotografía

Dani es una joven mamá barquisimetana, periodista de formación, fotógrafa de profesión y mamá por devoción. Es así como ella misma cataloga los distintos ámbitos de su vida, donde ha tenido la oportunidad de aprender y crecer con trabajo y mucha dedicación.

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Es una mujer ocurrente, creativa y de esas que te dicen las cosas tal y como son, aunque vayan a doler. Siempre ha tenido, y creemos que tendrá, esa alma de niña pequeña a quien le gustan los tonos pasteles y las cosas con un estilo bastante característico. Un buen día tomó sus cosas: cámara, esposo e hija y partió a la ciudad de Caracas, donde hoy día hace vida y continúa formándose en este hermoso arte de las fotografías.

Lentes y zoom para ver la vida más bonita

Dani cuéntanos ¿Cómo eras de pequeña como hija?

No puedo negar haber sido una niña consentida, al parecer era una novedad; la primera hija, sobrina y nieta. Estuve rodeada de mucho cariño y mimo, la verdad nunca fui una niña rebelde, mi hermana y primos se reían porque decían que era una «vieja prematura», pasábamos todas las vacaciones en la hacienda de mis nonnos en Guarico, (Edo. Lara) y yo en vez de ayudar a recoger café o correr en la montaña, prefería estar con mi mamá y mis tías viéndolas cocinar y escuchando sus cuentos y experiencias.

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Cuando hablamos de tu familia, en especial de tu mamá ¿Qué recuerdos vienen a tu mente y como describirías ese amor?

Mi mamá en un abrazo unía mi mundo. Y aún después de 30 años lo sigue haciendo. Nunca fue una mujer severa, al contrario, siempre que nos regañaba terminaba más triste ella que nosotras. Era muy graciosa, siempre dispuesta y con buen humor, además cocina delicioso, como buena italiana. De las cosas que más recuerdo era el esmero con el que nos cocinaba. Yo era súper mal comer y ella se inventaba cualquier cosa con tal de complacerme. Ahora que soy mamá me doy cuenta que ese amor es incontestable y que no te cansas si se trata de complacer a tu hijo.

Ahora eres una profesional de la fotografía y te has enfocado en hacer fotos a niños, coméntanos un poco ¿Por qué este tipo de inclinación?

Hay dos factores; el primero una invitación hermosísima de dos amigas a formar parte de un equipo llamado Foto Captura, dedicado a la fotografía infantil. El segundo factor se llama Ana Luisa. Mi hija. Cuando mis socias me proponen formar parte de esto Analú tenía apenas un año, yo era literal una mamá paparazzi y uniendo el cariño que le tenía a la fotografía y la mirada curiosa de la etapa de mamá se dio con mucha facilidad inclinarme por algo más documental. Le dimos forma y estamos muy orgullosas de registrar de forma muy delicada la vida de muchos clientes.

¿Qué podemos notar en fotos de Dani Yánez como sello?

Son fotos espontaneas, muy sutiles, fotos tiernas pero bien pensadas. Trabajar con niños me hace inclinarme y ver el mundo a través de sus ojos, sus ángulos siempre son más divertidos.

Eres hija, hermana, madre y esposa ¿Cómo te desenvuelves en todos estos escenarios?

Con naturalidad, si no te vuelves loca (Risas), creo que hay tiempo para todo, lo difícil es saber organizarse, pero con el tiempo le agarras el ritmo. Cuando nació Ana Luisa sentí que era mentira todas esas mamás que decían que la vida era perfecta, decía ¿Cómo es que tienen tiempo?, luego descubrí que si se podía compaginar todo y ser feliz, muy, muy feliz.

Háblanos un poco de tu pequeña Analú

Ana Luisa me hace mirar de nuevo lo que creía que ya tenía visto. Es curiosa y ocurrente, una niña feliz. Ella es mi proyecto más gratificante y verla crecer desde la fila cero es una de las mejores cosas de mi vida.

Personalmente ¿Qué ha sido lo más gratificante de ser mamá?

Lo más lindo es saberte invencible ante sus ojos, es un reto grandísimo pero muy gratificante. Disfruto mucho ser mamá y me transformo en una mejor persona en el proceso.

Generalmente ¿Cómo celebras este día de las madres?

En casa de mi mamá siempre hay motivos para celebrar y comer rico. Así que ese día pasamos un rato con ella y luego me voy a casa de mi cuñada Luisa, quien ejerce un rol hermoso y muy importante en la vida de mi esposo, mi hija e incluso en la mía. Lo curioso es que mucha gente cree que solo tu mamá te enseña a ser mejor madre, pero yo tengo la fortuna de contar con mi cuñada para guiarme. Yo creo que no hay mejor escuela que la del ejemplo; y yo tengo a tres mujeres claves como lo son mi mamá, mi suegra y mi cuñada que me dicen con sus acciones como es posible ser mejor.

Cuando haces sesiones de fotos a familias con niños ¿Qué sentimiento crees que invade el plató?

Los niños son el centro de sus vidas y saber congelar ese sentimiento es el reto más sabroso que puedo enfrentar. Cuando fotografío familias me pongo en su lugar y me pregunto ¿Cómo quisiera que fuesen estas fotos si mi familia estuviese posando? pues ahí todo fluye. El amor es la mejor guía.

Una mami fotógrafa

¿Qué velocidad de obturación tiene tu vida de mamá?

Mi vida de mamá tiene una velocidad alta. Quizá por la capacidad que tengo de inmovilizar los recuerdos y momentos del día a día.

¿Objetivo ideal?

Un lente que me permitiera cubrir continentes, para poder hacerles fotos a mis sobrinos y familia que está lejos.

Un filtro sin precedentes

El que tiene Analú en sus lentes, me hace ver como una super heroína.

¿Con que abertura de diafragma ves a tu hija?

Ella es pura luz, la veo con el diafragma bien abierto, un f 1.2

Foto familiar ideal

Con la familia que construí, con los que estarían por llegar, con los que están lejos y con la que ya no vuelve porque se fue al cielo.

Sentimiento que brota en ti cada vez que haces click para tu hija

Alivio, porque estoy segura que el día de mañana si la memoria me juega una mala pasada, estarán las fotos para recordarme lo hermoso de esta etapa de mi vida.

 

 

 

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