Desde tempranas horas de la mañana, alrededor de 140 transportistas de la Ruta 10 tomaron sus autobuses para salir a trabajar, como ya es costumbre, prestando servicio a los usuarios de este recorrido. Sin embargo, se vieron en la obligación de paralizar sus actividades aproximadamente a las 10:00 de la mañana, en vista de que seis unidades habían sido asaltadas, a solo pocas horas de iniciar su jornada.
La Intercomunal vía Duaca fue cerrada. Los conductores trancaron el paso vehicular con el fin de exigir a las autoridades mayor seguridad. Cansados de la anarquía y la delincuencia, atravesaron sus autobuses y esperaron que alguna autoridad de la ciudad diera respuesta a sus peticiones.
Irónicamente, en esta ocasión, un nutrido grupo de oficiales de la Policía de Lara y de la Guardia Nacional se hicieron presentes, contrario a lo que sucede cuando los transportistas tienen a bordo a los delincuentes pues no aparece ningún efectivo a solventar la situación.
«No aguantamos más, ya todos hemos sido víctimas del hampa y trabajamos con temor. Hasta los usuarios han sido despojados de sus pertenencias y ya no podemos seguir en esta situación», expresó Benacio Méndez, presidente de la Ruta 10.
De nada sirven las alcabalas, aseguraron los choferes, los ladrones conocen las rutas y al pasar por algún punto de control pasan desapercibidos. «Lo que queremos son acciones, ya tenemos más de 200 reuniones con las autoridades y no se ejecuta nada para brindar seguridad a los transportistas», indicó Giovanni Peroza, secretario general del Sindicato Automotor.
Fotos: Ángel Zambrano