En la calle 1B del barrio 23 de Enero, en el este de la ciudad, las cloacas están colapsadas desde hace años, sin embargo, en las últimas semanas la situación se ha vuelto insoportable: la fetidez se instaló en sus hogares.
Orlando Aponte, vecino afectado, declaró que la propia hidrológica conectó los drenajes de aguas de lluvia a las cloacas, provocando los colapsos y perjudicando alrededor de 150 familias, las mismas que extrañan respirar aire puro.
“Hidrolara ha sido bien irresponsable, al desatender nuestra problemática, a pesar que ellos mismos conectaron los drenajes a la red colectora. No aguantamos la hediondez; a cualquier hora del día están presentes los malos olores”, denunció el conurbano.
Hace algún tiempo, acotó el vecino Anuar Almazán, Hidrolara llevó a cabo una reconstrucción de la red de cloacas “a medias”, dejando como consencuencia, el desbordamiento de las aguas servidas en este sector de la parroquia Catedral.
Varios casos de dengue
Por otro lado, los vecinos mencionaron los casos de dengue que han surgido a causa de la insalubridad. Sienten temor por el bienestar de los niños y personas de la tercera edad, propensos a sufrir de esta enfermedad infecciosa.
Náuseas, vómitos, dolores de cabeza, pérdida del apetito, entre otras aflicciones, son otras de las manifestaciones de salud que presentan los residentes del barrio 23 de Enero, colindante con los sectores Cruz Blanca y Nueva Segovia.
En este sentido, exhortan a la hidrológica regional a realizar los trabajos de reparación, en el menor tiempo posible, a fin de acabar con los malestares e incomodidad en la zona. Están a la espera de una pronta inspección y ejecución de los arreglos.
“Nos causa preocupación que los niños soporten los olores nauseabundos; varios de los infantes han sufrido de dengue al igual que adultos.
De no recibir solución, en las próximas horas, realizaremos pacíficas acciones de calle hasta conseguir la atención de la ingeniero Adriana Díaz, presidenta de Hidrolara”, dijo Almazán.
Por último, en la carrera cuatro del vecindario, hay un bote de aguas blancas desde hace 15 días, ocasionando fallas en el servicio. El vital líquido se desperdicia a lo largo y ancho de la vía, desmejorando además la capa asfáltica.
Varios reportes han realizado los vecinos en torno a este problema, sin embargo, no mandan las cuadrillas de mantenimiento. Basta dar un recorrido por la comunidad para constatar el despilfarro del mineral. De los grifos, sale poca cantidad desde que existe el bote de agua.
“Por donde se mire, sobresale la mala gestión de Hidrolara: hemos hecho los reporte y no acuden a ofrecer solución.
Hasta las aguas blancas se desperdician a la espera de la cuadrilla de reparación, mientras que falla el suministro a las casas”.
Fotos: Jairo Nieto
