El coleo ha sido considerado deporte nacional, con su práctica en todas las entidades de Venezuela, en algunas, como Lara, en mayor grado, con torneos o campeonatos permanentes.
De Lara salió esa leyenda del coleo que se llama Juan Canelón, así como otras muchas figuras de ese recio deporte.
En atención a su continua práctica, el entonces alcalde del municipio Morán, el recordado Asterio Pérez, ordenó la sustitución de la vieja manga del este de El Tocuyo por una moderna, en el oeste, cerca de la planta de tratamiento.
Durante varios años las instalaciones fueron escenarios de emocionantes tardes los fines de semana, con participación de deportistas de todo el país, e incluso en ella se celebraron campeonatos nacionales.
Pero, como nunca falta un pero, las autoridades municipales que sucedieron a Asterio Pérez no le dieron la misma importancia, a lo cual se agregó la inseguridad que comenzó a afectar la actividad.
“Cuando llegó la revolución, la manga de coleo tocuyana comenzó su violento declive hasta llegar al desolado estado en que hoy se encuentra”, manifestó el comunicador y luchador social Antonio Mendoza.
Debido a la falta de vigilancia, o al menos patrullaje policial de vez en cuando, aunado a la falta de uso, las instalaciones han llegado a un estado deplorable en todas sus áreas.
Las vigas de acero, así como láminas que sirven de paredes se encuentran oxidadas, las casetas para comidas y bebidas que había en los alrededores desaparecieron y hasta la vía de acceso se encuentra en muy mal estado.
Por si fuera poco, la tribuna principal, donde se ubicaban las autoridades o invitados especiales, se quedó sin techo pues los ladrones desprendieron y se llevaron las planchas que le cubrían.
Ahora el lugar es utilizado para actos inmorales en horas de la noche, o para ocultarse algunos delincuentes luego de cometer sus fechorías en otros sectores de la capital municipal morandina.
Mendoza recuerda que en una oportunidad el alcalde Fidel Palma ofreció recuperarla para que El Tocuyo recuperara su fama como ciudad del coleo pero todo se quedó en las promesas y la manga prosiguió su deterioro hasta parecer hoy un cementerio de vigas oxidadas.
Piensa que los aficionados al coleo en el municipio Morán, no sólo de El Tocuyo sino también de otras poblaciones como Humocaro Bajo y Alto, Barbacoas, Guarico, Anzoátegui, Boro y Villanueva, deberían reunirse para presionar a las autoridades municipales o regionales a emprender acciones que permitan la recuperación de esas instalaciones deportivas.
