Dar respuestas oportunas a los múltiples planteamientos de las comunidades de Iribarren es la misión del Concejo Municipal, no obstante, la diatriba entre la bancada oficialista y opositora no ha permitido que esa premisa se cumpla en su totalidad, por lo cual, las necesidades de la ciudad se están quedando en el tintero, así lo expuso la concejala Milagro Gómez de Blavia, quien calificó la gestión de 2014 como positiva, pero no necesariamente exitosa.
Tal conclusión la fundamenta al explicar que la institución no ha sido manejada en el marco del Reglamento Interior y de Debate, lo cual ha impedido una real discusión de los problemas del colectivo. La misión de legislar y controlar también se ha visto entorpecida por no cumplir con rigor dicho reglamento.
En ese sentido Gómez de Blavia se refirió a elementos de forma y fondo.
La edil observa con preocupación como el oficio que desempeña un concejal, función valiosa para la vida de la ciudad, se ha desvirtuado. Dignificar el oficio y no olvidar que el funcionario está allí por voluntad de la gente, es materia pendiente para este 2015.
Mientras que las debilidades en la forma tienen que ver con la asistencia puntual a las sesiones, el lenguaje empleado a la hora del debate, el respeto a las ideas del otro, independientemente de las diferencias ideológicas y el respeto al trabajo de las diferentes comisiones, las fallas en el fondo están ciertamente vinculadas a la confianza que puedan generar los ediles y en consecuencia, la credibilidad de la institución.
Como lo señala Gómez de Blavia, la gente necesita confiar en interlocutores válidos. Mantener esa confianza y reivindicar el voto del electorado es fundamental.
“Nos quedan tres años de gestión para demostrar que merecemos estar allí”, apunta la concejala.
Y añade, “somos concejales de uno de los municipios más importantes del país. Todo lo que se genera, gesta, sufre, produce, replica y convoca en Barquisimeto, tiene eco en Venezuela”.
Sin embargo, lamentó, estamos siendo manejados por una corriente ideológica partidista que desdice esas buenas prácticas y exigencias de forma y fondo, así como aspectos fundamentales en el manejo de un Municipio.
“Los importante de cómo hacer las cosas, por qué hacerlas y para qué, no está en el debate. El debate se utiliza para bajar líneas de partido, por lo cual se cercena el derecho a la disidencia. Durante las discusiones del Concejo Municipal los problemas de la ciudad se están quedando en el tintero porque se aborda la agenda del PSUV y no la agenda de carencias del municipio”.
Año de aprendizaje
El 2014, dijo, fue un año de lecciones. Por iniciativa de la bancada opositora se introdujeron seis ordenanzas para su evaluación y aprobación: la ordenanza sobre la transparencia de la gestión pública; otra acerca de la participación ciudadana y una relacionada con el patrimonio cultural.
Gómez de Blavia tuvo especial participación en la ordenanza para la transparencia de la gestión pública, dirigida a ganarse la confianza del ciudadano en el área cultural.
Aplicar lo aprendido, asistir puntualmente a las sesiones, estudiar, participar y respetar a la audiencia, a fin de que se sienta en confianza de exponer sus problemas, serán las pautas de 2015.
“Haremos todo lo posible para que la audiencia sienta que podemos atender sus problemas”, dijo la concejala quien continuará presidiendo la Comisión de Cultura con la finalidad de defender el patrimonio cultural, la memoria histórica y los modos de vida.
“No caeré en diatribas estériles y haré todo lo posible para que el Reglamento Interior y de Debate deje de ser letra muerte”.
Acotó que el manejo personalista e individualista del cabildo, contrario a rescatar la esencia de un cuerpo colegiado, repercute en la institucionalidad.
“Se estimularía la crisis de la institución. No nos permiten ser corresponsables y eso históricamente pasa factura. Lamentablemente se nos lesiona el derecho a la información oportuna respecto a la agenda de trabajo”.
“La plenaria debe dejar de ser un espacio de batalla para ser un espacio de paz, concertación y construcción colectiva. No puede ser personalista. De lo contrario, se perderá la fe en la institución”.
Presupuesto quedó engavetado
Será muy triste no poder atender los problemas postergados durante tantos años, heredados de una pasada gestión nefasta que no se ocupó del municipio. La ciudad ideal, compromiso del alcalde Alfredo Ramos, requiere recursos; con la reconducción perdemos todos, aseguró.
Señaló que el presupuesto nunca fue llevado al seno de la plenaria.
“Algo muy negativo es que se nos vació de competencia por una decisión totalmente autoritaria que persigue líneas partidistas. En consecuencia, se desplazaron problemas vitales de la ciudad. El más afectado será el pueblo barquisimetano. No podrán ejecutarse obras que respondan a sus propuestas. Ese atentado a nuestras competencias fue una falta gravísima. El presupuesto se quedó engavetado, desconociendo la ley, nuestras responsabilidades y a quienes nos eligieron”.
Indicó que consta en distintas actas las numerosas peticiones para el estudio del presupuesto 2015. Se dejaron vencer los lapsos para dicha discusión.
Sólo se está modificando ordenanza del PDUL
Gómez de Blavia aclaró nuevamente que no se está haciendo un nuevo Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL). Sólo se trata de modificar la ordenanza.
“El PDUL es responsabilidad de la Dirección de Planificación y Control Urbano (DPCU). La ordenanza que hace que el plan tenga efecto frente a terceros es responsabilidad del Concejo Municipal”.
Reiteró que mucha gente se confundió. Confusión que fue ciertamente aupada por ciertos actores.
“Esa contribución a la planificación urbana es una tarea a acometer, liderada desde la Alcaldía de Iribarren con la participación activa de las comunidades y todos los sectores involucrados”.
La modificación de la ordenanza fue introducida en la administración de Amalia Sáez; tiene aspectos conflictivos como el concepto de vivienda productiva, las zonas de protección urbana y las zonas industriales. El estudio supone prescindir de unos artículos que en ningún caso tienen que ver con un cambio en la zonificación.
