La ex decana de FACES y doctora en economía Sary Levy conversó este lunes con “Conexión RCR 750 AM” y ofreció un panorama poco alentador para la crisis económica que atraviesa Venezuela, con una inflación que el año pasado cerró en 68% y con una severa escasez y desabastecimiento de productos básicos.
Levy explicó que la situación económica venezolana se ha originado de una profunda escasez y una altísima inflación, además del estancamiento económico que es producto de un modelo que ha desmantelado la producción nacional y que ha hecho a Venezuela totalmente dependiente de las importaciones y de lo que se pueda pagar.
-Un país es el resultado de la capacidad productiva de sus ciudadanos y no simplemente de las exportaciones del producto natural que depende del bienestar del resto del mundo, afirmó.
¿Dolarizar la economía venezolana?
-Tenemos que repensar a Venezuela desde otra perspectiva distinta que no tenga nada que ver con el rentismo petrolero, si revisamos la historia nos damos cuenta que el sector gubernamental era mucho más restringido que este Estado pulpo que tenemos que está presente en todos lados.
Explicó que los Estado están para regular y establecer normas pero no para controlar ni para ser los actores productivos del mercado, pues ese papel le corresponde a los ciudadanos que deben producir, y como consumidores valorar la calidad productiva y exigir precios adecuados a través de una dinámica lógica y abierta que impulse el mercado.
Sobre el papel que juega el Banco Central de Venezuela, la economista señala que es una pieza fundamental en los estados modernos y no cabe duda que tener un actor que controla la masa monetaria y que pueda imprimir es lo que genera inflación.
“Dinero sin producción real sólo se traduce en inflación”, dijo.
Las perspectivas económicas para este año no son nada alentadoras y en este caso no es la excepción, pues Levy vaticina que la inflación podría alcanzar al menor los tres dígitos.
“Lo poco que se consigue a diario es más elevado, y algunos estudios señalan que podrían llegar a 10% de inflación mensual, hay países que no tienen ni 5% en un año, entonces ¿cómo hace una familia que tiene hijos que debe alimentaros diariamente y tiene sueldos que no les alcanza? es un impuesto incalculable al que está sometida la población”, dijo.
Insistió, al igual que otros actores económicos y políticos del país, que el modelo socialista impuesto por Miraflores fracasó, así como ocurrió en aquellos países que se intentó establecer en el siglo 20 y que la llamada revolución bolivariana intentó repetir sin éxito. “Si se aplica la misma medicina se tendrá el mismo resultado y este es el fracaso que estamos viviendo hoy en día”.
Esta situación la atribuye al hecho de que el modelo ha utilizado a la economía como instrumento pero nunca ha sido el objetivo primordial, ni tampoco la participación de los ciudadanos, sino que se apunta hacia el control de la población a nivel ideológico.
-El objetivos no es que se produzca sino que el Estado controle todo, aquí los planteamientos de libertad, eficiencia, mercado, ciudadano proactivo, y transparencia no son parte del vocabulario del actual gobierno, refirió.
Ingresos adicionales insuficientes
El tema del incremento en los precios de la gasolina también fue un punto importante a tocar. En este sentido, aseguró que mientras el Estado siga manejándose bajo este modelo ideológico ningún ingreso adicional será suficiente porque todo será canalizado a un gasto que no encontrará un esquema de inversión productiva que permita sostenerlo.
-No importa que suba el precio de la gasolina, porque esta situación tiene que ver con la manera cómo se estructura la economía, es natural que hoy tengamos 50% de escasez de productos y que los pocos que hay tengan altísimos precios, aunado al hecho de que las variables económicas están llegando a sus niveles extremos y cada vez estamos peor.
Levy plantea que una solución a la crisis severa de nuestra economía debe llegar a través de manera simultánea, porque dedicar el esfuerzo a una sola variable no tendrá ningún resultado y deben ajustarse a una nueva dinámica económica wque permita su funcionamiento.
La idea, según la docente universitaria, es racionalizar el gasto público, y la mejor manera de hacerlo es con la participación del sector privado que podría generar puestos de trabajo y reducir el personal dependiente del Estado.
