En las redes sociales está circulando una correspondencia que una estudiante de 17 le envía al ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología donde plantea de una manera dramática la exclusión de la cual son víctimas estudiantes de alta gama, léase de una excelencia académica que le debería permitir el acceso a la educación universitaria.
Hace varios días se hizo el anuncio oficial de que la aulas del estudio superior se abrirían sin problemas a todos los aspirantes sin tomar en cuenta los promedios exigidos en cada carrera, una situación inédita en Venezuela y posiblemente en todo el mundo. Con esa disposición oficial, muchos estudiantes con altas calificaciones se quedarían fuera e ingresarían otros con una pésima formación, ni siquiera vocacional.
Es un nuevo capítulo que se inscribe en la gran crisis que están sufriendo la mayoría de las universidades del país y que han denunciado no solamente las autoridades de estos centros de estudio sino también la mayoría de las instituciones públicas y privadas.
El profesor Francesco Leone, rector de la Universidad Lisandro Alvarado, ha dicho en varias oportunidades que el mundo de la universidad nacional está punto de hacer un quiebre.
-¿Cual es el rostro más dramático de la crisis?
-El presupuesto, desde el año 2007, ha sido siempre el mismo con el cual estamos funcionando a pesar de haber aumentado los gastos de funcionamiento, académico, y providencias estudiantiles. Hoy apenas nos quedan recursos hasta el próximo mes para el pago de personal.
-Entonces, ¿se paralizarían las actividades en la UCLA?
– Estamos a la espera de un crédito adicional que nos prometieron para el próximo mes. Si no llega, es inevitable el cese de actividades.
-¿Está ocurriendo en todas las universidades del país?
– En todas, en particular en las autónomas
-¿Quiere decir que el Gobierno subvenciona solamente a las que le son afectas?
– Sí, lo que pasa es que sus dirigentes no pueden protestar porque también son partidarios del régimen-
-¿Este problema de qué manera perjudica la parte académica?
-En las inversiones que deben hacerse en investigación, extensión, pregrado y postgrado, deportes, cultura, becas, asistencia y promoción de eventos científicos, mejoras salariales correspondientes a los contratos colectivos, estos últimos apenas son cubiertos a medias.
-Aunque estos problemas son similares en todas las universidades autónomas del país, en la UCLA parecen multiplicarse a juzgar por las constantes protestas que se realizan en su jurisdicción, ¿cierto?
-Los estudiantes, sin duda, son los grandes perdedores en la crisis por la cual atraviesan las universidades, al igual que los trabajadores, en el aspecto salarial. Un profesor, por ejemplo, en sus comienzos tiene un sueldo que no supera el salario mínimo. Ustedes pueden suponer en qué piensa ese docente cuando llega a su aula de trabajo. En cuanto al alumno ,deja de tener los servicios mínimos que siempre habían tenido, como comedor, transporte y becas.
El profesorado, advirtió, ya no puede salir al exterior para optar a doctorados, asistencia a eventos científicos, actualizaciones… Como el gobierno ejerce un control absoluto sobre las divisas, es muy difícil que podamos obtenerlas.
-¿Imaginamos entonces que el material didáctico escasea también en la UCLA?
-Imaginan bien, nuestros recursos son mínimos
-¿Hay burocracia en las universidades nacionales?
-No voy a decir que no, pero muy poco. La burocracia no es mala cuando es productiva
-¿El rendimiento académico y la crisis universitaria, ¿cómo se llevan?
-No se llevan, no tenemos oportunidad de mejorarlo cuando estamos escasos de recursos.
-Otro de las quejas de las autoridades universitarias de la UCLA se refieren a la infraestructura, tampoco hay dinero para mejorar las instalaciones y las invasiones a terrenos propios de la universidad están a la orden del día…
-En cuanto a las invasiones hemos formulado las denuncias ante la Fiscalía y esta ante los Tribunales del estado Lara, que han ordenado el desalojo de los invasores, pero ni PoliLara,ni la Guardia Nacional se ha preocupado por actuar en defensa de los intereses de la Universidad.
-¿Qué hacer, rector?
-Seguiremos insistiendo, no queda otra opción.
-¿Hay una conspiración contra las universidades?
-Pareciera que sí. Cuando el Gobierno nacional no está interesado en mantener activa las universidades nacionales ni se respeta su autonomía, todos pensamos que sí existe una conspiración. Mientras el Estado gasta millones de dólares en mantener su imagen, a la Universidad se le niegan recursos y se entorpece su funcionamiento.
