Funcionó el relevo y se ganó, así de simple. Michael Lee estuvo en la cuerda floja, sobre un campo minado, enfrentando 17 bateadores en menos de cuatro tramos y sobreviviendo, con apenas dos marcas a cuestas, gracias a la excelente defensa que ha tenido Lara en el certamen. Cinco tiradores, a partir de Osmer Morales, solo aceptaron dos hits. En dos episodios, Yoervis Medina tuvo su actuación más dominante de la campaña. Tras Jiménez y Bryson, el cerrador Peter Tago puso el broche del encuentro frente a una de las alineaciones más fuertes del torneo.
Cardenales no pudo aprovechar temprano a un tambaleante Manny Correa. En el primero y el segundo circularon mucho por las bases y solo entró una rayita empujada por el fragoroso Ildemaro Vargas, convertido en el alma del club. Pero fue Rubi Silva el que tocó el clarín con jonrón a la mano contraria, volteando la pizarra 3-2. Acertado por demás el cambio de Maikol González por el expulsado Jairo Pérez en el quinto. Sonó doblete de dos marcas para ampliar a tres la diferencia. Con Lee fuera los bomberos se reivindicaron tras una serie de fallidas actuaciones. Aunque tiradores como Morales y Tago entran en las excepciones. Nuevamente el guante de Vargas fue impresionante con tres intervenciones de alta calidad. Querecuto y Ravelo también destacaron al campo en otra noche de gran brillo defensivo.
Dos ganancias al hilo le dan oxígeno a los pájaros rojos para buscar los .500 esta noche y emprender una gira crucial desde el lunes, la más prologada de la campaña con un total de cinco confrontaciones. Hay triple empate con Caribes y Leones en el tercero y la serie de cinco entre alados y aborígenes presenta una importancia capital. Néstor Molina será el encargado de buscar el nivel en la tabla de posiciones.