Brasil resurgió de las cenizas, cuando parecía liquidado, para levantar un compromiso que perdía por dos goles, apoyada en la notable actuación de la fornida, rápida y efectiva atacante Nycole Silva, e imponerse 5-3 a Uruguay, lo que le permitió adueñarse de la primera casilla correspondiente al grupo B, en el Suramericano sub17 de fútbol femenino, que se disputa en el estadio Metropolitano de Cabudare y entrega tres plazas para el mundial de Jordania 2016.
Silva, dueña de la emblemática casaca “9”, marcó tres tantos, todos en el segundo tiempo, para guiar la remontada del representativo amazónico, que sufrió más de lo presupuestado para llevarse sus tres primeros contables de la competición.
Los otros dos tantos del elenco brasileño fueron marcados por Kerolin Israel, dentro de un partido en el que las uruguayas se quedaron sin piernas para la parte final, golpeadas por la elevada temperatura, amén de que no saber administrar lo que parecía una sólida ventaja, lanzando mucha gente al ataque y dejando espacios en su línea posterior.
Queda la sensación de que Brasil, como es su costumbre, cuenta con un enorme poderío en ataque, principalmente con la centrodelantera Silva, habilidosa y muy técnica, pero es vulnerable en defensa. Su debut, aunque notable por la forma como remontó, deja al descubierto algunas lagunas que pudieran ser aprovechadas por los demás rivales de llave.
Las “verdeamarelha” comenzaron el partido a todo vapor, encima de las uruguayas, desplegando sus virtudes, toque y velocidad, con la intención de adelantarse en el marcador bien temprano. Hubo un par de advertencias, antes de que cayese el primer tanto brasileño, al minuto 14. Una triangulación le permitió a la mediocampista Ana Vitoria pisar área charrúa y soltar un potente disparo que contuvo a medias la cancerbera Josefina Villanueva, pero el rebote lo tomó Kerolin Israel para empujarla al fondo sobre la propia raya.
Era un aluvión Brasil y parecía pulverizar a las uruguayas, pero estas últimas le tomaron el pulso al compromiso, se sacudieron el dominio y comenzaron a equilibrar las acciones.
Al cabo de media hora, Uruguay ya no estaba encerrada en su trinchera, aunque tampoco pisaba el arco contrario. Su primera llegada seria llegó en la fracción 36 y terminó en gol, gracias a un disparo con colocación de Yuvet Belén desde el borde del área, ante unas brasileñas que quedaron mal paradas en defensa.
La anotación hizo crecer en lo deportivo y lo anímico a las celestes, que consiguieron una segunda diana siete minutos luego para tomar la ventaja (2-1), mediante un contragolpe finalizado de manera correcta por Flavia Costel. Con ese tanteador, cerró la primera mitad.
El mundo parecía venirse encima de las brasileñas al 48, no más reanudado el desafío, cuando la defensora Sabrina Ramos le cometió un penal a Costel y Deyna Morales lo cambió por gol. El 3-1 parecía una lápida, pero Brasil se tenía guardado lo mejor de sí para la recta final.
Empezó el show de Silva y el decorado del partido cambió. La “9” achicó la diferencia con una gran acción individual, que incluyó sombrerito a la portera, al 59 y luego, en contragolpe, empató, al 66. Instantes luego, no definió, sino que entregó el pase a Israel para el 4-3 (66) y remató su gran jornada con otra buena definición al 79, otra vez sobre la base de la velocidad y ante una cuidapalos siempre dudosa a la hora de salir.
