Cada 2 de febrero se celebra la fiesta de “La Candelaria”, coincidiendo con la celebración de la presentación del Señor y la purificación ritual de la Virgen María. A mediados del siglo V esta celebración era conocida como la “Fiesta de las luces”.
En Venezuela, esta festividad se realiza principalmente en el estado Mérida, donde la iglesia y las calles del pueblo son adornadas para servir de escenario al pago de promesas y a la procesión. Las actividades se inician a las 8 de la mañana, con una misa y la Bendición del Fuego de la Candelaria.
Los devotos acuden al templo con velas y velones encendidos, para que el sacerdote los bendiga. Luego de la Santa Misa, se lleva a cabo la procesión de la Virgen por todo el poblado, regresándola finalmente al templo. A su llegada, los vasallos le cantan versos, como preludio al baile que constituye una alegoría a las faenas del campesino durante la preparación y cultivo de la tierra.
Según la tradición, la primera aparición de esta advocación de la virgen María, fue en Tenerife, España, cuando dos aborígenes “guanches” pastoreaban su rebaño. Ellos al llegar a la boca de un barranco, vieron que el ganado no avanzaba. Uno de los pastores avanzó para ver lo que sucedía, y fue cuando vio en lo alto una pequeña imagen de madera de una mujer que llevaba en su mano izquierda una vela, mientras que en la derecha cargaba a un niño. El infante llevaba consigo un pájaro de oro.
En noviembre de 2014 la UNESCO declaró la Fiesta de la Candelaria como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.