Cuando actualmente todo está enfocado a la pandemia de la COVID-19 y a las colas para intentar surtir de combustible, se olvida un poco más a esas personas en situación de calle que día tras día luchan para intentar sobrevivir.
Este es el caso de un grupo de adultos mayores que gracias a la caridad brindada por el ancianato Hogar San Vicente Paul, pueden almorzar casi todas las tardes. Reciben platos con arroz, pasta o sopas, que ellos mismos califican como «una bendición».
Luego de que el equipo periodístico de Elimpulso.com conversara con ellos, manifestaron que «duermen donde les caiga la noche«. Precisaron que acostumbraban a dormir en plazas, pero tomando en consideración las restricciones que existen por la pandemia de la COVID-19, deben buscar otro lugar más escondido para dormir.
«Nos debemos escabullir como ratas para dormir, para que no nos vean«, mencionó Miguel Ángel Leal, quien de manera muy educada y capacitada, llevó la batuta de la conversación.
Habló de política, economía y hasta tuvo espacio para contar algunos chistes. A pesar de su situación de calle, no borró una sonrisa de su rostro ni un buen humor al momento de conversar.
Dijo que funcionarios del Estado se lo han llevado detenido dos veces en lo que va de cuarentena social por estar en la calle, y cuando le dan la respectiva charla para tomar conciencia y le dicen: «Deben estar en su casa», contó que les responde: «¿Y a dónde voy yo que no tengo casa?«.
Miguel Ángel Leal resaltó su confianza en Dios, por lo que dijo que espera que la situación del país mejore para que los jóvenes puedan disfrutar y ser felices.
Al momento de despedirse, se refirió a uno de los periodistas de Elimpulso.com y le dijo: «Te llevas una foto mía para que nunca me olvides«.
