#OPINIÓN Marlene pelando cebollas: El cuento romántico de Doña Flores (Parte IX) #5Oct

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<La manera más segura de fracasar, es pretender huir de nuestros extravíos

 …Pero mi fortaleza se fundamenta en la aceptación de mis principales debilidades>

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Federico Vegas

El bizco de Bilongo hizo aparición en Miraflores, y Cilia, la de las Flores, es quien lo atiende en el Salón Ayacucho de la Casa del pez que escupe agua diría Herrera Luque en su Historia Fabulada. La primera dama de la República Bolivariana de Venezuela, la Sra. Flores, no es familia siquiera lejana de Marlene. No son campos floridos nominales que conversen, ni siquiera son de la misma especie. El brujo es invitado usual al palacio para llevar el menjunje con el que tiene al chófer obrero donde quiere para su desquite personal sin que ninguno imagine lo que trama, mucho menos la primera dama combatiente.

Como es usual, el tiempo en palacio es corto y el de Bilongo apura la entrega. Cilia agradece sus oficios y despacha temprano. El bizco se va al laboratorio y se encuentra con Julio que le comenta lo que ha pasado con la ama en Villa de Cura. Que la doña esta dura y hay que fortificar la poción. Este asienta acordando emponzoñar el remedio y pide que vuelva más tarde. Julio accede y decide ir a meter mano de una buena vez por todas al escarabajo.

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Marlene ya llegó al trabajo y desde la ventana mira por la romanilla a ver si el pillo esta por allí. Lleva la última investigación en las libretas donde anota que el Romanticismo contribuyó a reforzar los sentimientos de identidad de cada pueblo, o alma popular, pues toda época histórica tiene su propio valor. Apuntó que el Romanticismo universal y al Romanticismo nacional lo unificó la consigna organismo.

Los románticos consideraban tanto una página como un pueblo organismos vivos, de manera que una obra literaria era un organismo. Marlene recordó el organismo de papá. La lengua era un organismo vivo e incluso la naturaleza se consideraba un único organismo. Pensó Sofía que ecológicamente tenía  sentido ver bajo esa óptica. También resaltó que la diferencia entre ambos romanticismos era imprecisa pues el espíritu universal estaba presente en el pueblo, así como en la cultura popular, e igual tanto en la naturaleza como en el arte.

Ramiro comentó que Herder había compilado canciones populares de muchos países y había publicado la colección con el elocuente título de Las Voces de los Pueblos en sus Canciones y caracterizó la literatura popular como lengua materna de los pueblos. Los cuentos aparecieron en escenas como una expresión popular. Los cuentos de los hermanos Grimm, Blancanieves, Caperucita Roja, Hansel y Gretel.

Mientras, Julio se asomaba en la ventana del escarabajo y golpeaba el vidrio del conductor. Sofía ya lo ha visto y empezó a precisar desde Dinamarca. El vidrio cede y cae en la guía de la puerta. Voltea a ver quien mira, pero ignora que Marlene pilla desde el Gallo Felón. Suspira pensando que la hora acecha desde el inframundo. Sabe que vengarse es cavar dos tumbas pero no le importa. Pagaría el precio. Entra al coche en el asiento del conductor. Presiente que algo no cuadra. Toma el volante y nota el moho. No le agrada ni un poco. Lleva guantes de hule. Huele el ambiente y no hay humores. Se queda quieto. Pone sus manos en el encendido y trata de prenderlo, pero no da por el arranque.

Marlene resbala con una olla llena de pollo y empezó a sudar. Sabe que si enciende el auto el gas haría el resto pero no sucede. Busca los binoculares. Julio se acuesta a relajarse y se queda dormido. Sofía piensa que la primera etapa va sobre ruedas y decide irse a seguir con sus labores a esperar. Para calmarse toma las libretas y continúa el asunto desde casa del profe…

…Desde siglos pasados se redescubrieron los viejos mitos de tiempos paganos. Músicos de toda Europa comenzaron a agregar música folclórica a sus composiciones e intentaron fundar un puente entre música popular y artística.

-¿La música artística? pregunta Watson Flores a Sherlock Buendía.

Por música artística dijo Ramiro, se entiende a la compuesta por una sola persona, en cambio la música popular es la compuesta por el pueblo y de igual manera se distingue entre cuentos populares y cuentos artísticos.

La tarde se nubla con leve color durazno. El olor a filosofía se siente en el entorno, y el cuento que anota está en las posibilidades de jugar con su propia fuerza creativa. Marlene no se ha dado cuenta que escribe su propia historia. Una que puede ser la de cualquiera. Ella al igual que los filósofos románticos lleva el alma universal como un yo que más o menos onírico, crea las cosas de su mundo.

En la pesquisa encontró que el filósofo Fichte señalaba que la naturaleza procedía de una actividad imaginaría superior e inconsciente. También halló que Schelling dijo que el mundo está en dios, pero que dios es consciente de ciertas cosas pero hay aspectos de la naturaleza que encarnan lo inconsciente de dios porque también dios tiene su lado oscuro.

Esa idea la asustaba y fascinaba al mismo tiempo. De la misma manera la relación entre el autor y su obra, creaba en el cuento la posibilidad de jugar con su fuerza imaginaria. El propio acto creativo no siempre es consciente. Al escritor podía ocurrirle que el cuento le saliera empujado por una fuerza inherente y a veces estar como hipnotizado mientras escribía. Podía recordar al lector que su propia vida era de cuento. Lo que se conocía como ironía romántica.  

Marlene empezó a opinar que estaban viviendo un libreto dentro de su mismo libro de cuentos. Julio sería el maluco de la partida junto a los de la liga de la injusticia. Ella y Buendía representan la otra cara de la moneda. Ángeles contra demonios y solo un ángel puede rebelarse contra un demonio. Intentó imaginarse que vivimos en la conciencia de otras personas. Somos esa conciencia, no tenemos alma propia, somos el alma de alguien más. Terminó de apuntar que hasta allí nos encontramos en un camino filosófico conocido, donde Berkeley y Schelling hubieran aguzado el oído. Llegó la noche y Julio ya no permanecía en el coche. El plan inicial había fallado. El mundo de Sofía quedaba pospuesto pero en ningún momento aplazado. Mañana es otro día y como dice la, canción, no lloro yo. La Diligencia apenas comienza.

Marcantonio Faillace Carreño

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