Con la detención y encarcelamiento del periodista Roland Carreño, dirigente de Voluntad Popular, se demuestra claramente que el régimen incrementa su acción represiva contra quienes disienten de su política.
Al hacer su declaración, el doctor Manuel Virgüez, coordinador de la organización defensora de los Derechos Humanos “Vinotinto” en el estado Lara, afirmó que se intensifica el terrorismo de Estado.
Se refirió a casos extremos de represión como el de la ciudadana Antonia Turbay, encarcelada en El Helicoide por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), por el hecho de ser vecina de Iván Simonovis, quien burló la seguridad del régimen y salió del país.
Fue detenida una humilde mujer, Nubia Campos, por hacerle la comida a Leopoldo López.
Además han sido practicados allanamientos a residencias de familiares de opositores y llevados a declarar a la abuela, tía y vecinos de Carlos Millán, embajador en Chile por decisión de Juan Guaidó; la madre del doctor Juan Pablo Soteldo, en Cabudare: y las residencias de funcionarios de la embajada de España.
Al ser preguntado sobre los informes, tanto de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, doctora Michelle Bachelet; como de expertos internacionales contratados por la ONU, el doctor Virgüez manifestó que las conclusiones de esos documentos son muy graves para el régimen, pero éste no hace caso a recomendaciones y observaciones que se le hacen.
Desde luego, su política está destinada a implantar el terror no sólo entre la dirigencia política, sino en la propia ciudadanía.