La bucólica Carora de principios del siglo XX era un emporio de intelectuales, entre ellos resaltaba el bachiller Federico Carmona, dueño de la Imprenta Torres y quien desde algún tiempo atrás ya tenía la idea de imprimir un periódico, para lo cual siempre contó con el apoyo de su querida esposa, Doña Francisca.
El proyecto se hizo realidad el primero de enero de 1904. Nació así en una imprenta plana el primer ejemplar de El Impulso, diario que a los quince años de fundado es trasladado a Barquisimetoen busca de un mejor provenir y desde esa fecha se convertirá en el principal órgano informativo local.
En 1926 Don Federico inauguraba en la Calle del Comercio su nueva sede propia y adaptaba nuevas tecnologías que permitían ampliar el tiraje. El director ve más allá del horizonte y decide abrir una edición alterna en Caracas.
Lamentablemente falleció Don Federico antes de ver cristalizado su sueño en 1928, pero su desaparición física no marca el fin del periódico, al contrario, inicia el comienzo de una nueva etapa en la historia del diario y su hijo, el doctor en leyes Juan Bautista Carmona, da continuidad al proyecto del rotativo caraqueño al tomar las riendas del innovador medio de comunicación, que al poco tiempo de iniciado fue clausurado por el régimen de Juan Vicente.
Por suerte, El Impulso sobrevive a la dictadura de Gómez en Lara y se consolida en la región como un importante medio de comunicación. El Impulso es una ventana al mundo y todos acuden a él a buscar información. También se convierte en una moderna y ágil vitrina publicitaria.
Gobiernos van, Gobiernos vienen y todo queda registrado en sus páginas para la Historia. Enfrenta un nuevo período dictatorial durante la década de 1950 e igualmente ve la caída de otro dictador con el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez y el reinicio de una nueva era democrática.
Durante cuarenta años El Impulso crece a la par de la ciudad, en 1984 es nombrado patrimonio de la ciudad y posteriormente se muda en 1994 de su antigua sede de la carrera 24 entre calles 27 y 28, en el centro de Barquisimeto, al moderno edificio que hoy ocupa en el este de la capital larense, en el cual arriba a los cien años de fundado en 2004 y donde más allá del papel, sigue cumpliendo a cabalidad con su objetivo, informar a la colectividad, pero ahora a través del cyberespacio desde su nueva plataforma.