#OPINIÓN El símbolo perdido (Parte III) #4Oct

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«Intente penetrar con nuestros medios limitados en los secretos de la naturaleza y encontrará que más allá de todas las leyes discernibles y sus conexiones, permanece algo sutil, intangible, inexplicable. Venerar esa fuerza que está más allá de todo lo que podemos comprender, es mi religión»

Albert  Einstein

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El reino de Dios está en tu interior «

Lucas 17,20

«Dios creó al hombre a imagen y semejanza»

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Génesis

I

A pesar de contener lo que para muchos es la habitación más bonita del mundo, la Biblioteca del Congreso no es conocida por su esplendor tanto como lo es por su vasta colección de libros; con más de 150 km de estantes (que en línea recta podrían unir Washington y Boston),  posee el título de la biblioteca más grande del mundo. A pesar de ello, sigue expandiéndose a un ritmo de más de 10000 artículos diarios.

El gran vestíbulo de la biblioteca poseía el esplendor de un palacio europeo. A unos 20 metros de altura se admira una serie de vitrales soportados por bigas adornadas con <<pan de aluminio>> un metal antaño considerado más valioso que el oro.

Langdon observó por delante de él las vitrinas a prueba de balas que contenían los dos libros más valiosos de la biblioteca: la Biblia gigante de Maguncia, escrita a mano en 1450 y una copia norteamericana de La Biblia de Gutenberg, uno de los tres ejemplares en buen estado que quedaban en el mundo.  En el abovedado techo pueden verse los seis paneles de la pintura de John White Alexander titulada la evolución del libro.

Al encender la luz, una de las mayores obras maestras de la arquitectura norteamericana surgió como por arte de magia. Situada en el centro mismo del trazado cruciforme de la biblioteca, esa cámara venía a ser el corazón del edificio.  Ocultarse allí era como estar en una catedral y esconderse en el altar.

La famosa sala de lectura era festín para los sentidos; un voluminoso octágono se alzaba casi 50 metros en su centro y cada una de sus ocho caras estaba hecha de mármol marrón de Tennessee, mármol crema de Siena, y mármol rojizo de Algeria.

El Moisés de la biblioteca tenía cuernos por la misma razón que las  reproducciones cristianas de Moisés, los tenían. Un error en la traducción del libro del Éxodo. El texto hebreo original decía que Moisés tenía <<karan ‘ohr panav>> (un rostro del que emanan rayos de luz), pero cuando la Iglesia Católica Romana redactó la traducción al latín oficial de la Biblia, el traductor metió la pata en la descripción del Moisés al traducirla como <<cornuta esset facies sua>>, que significa <su rostro era cornudo>. Desde entonces artistas y escultores temiendo represalias si no se ajustaban a los Evangelios, empezaron a representar al Moisés de Miguel Ángel con cuernos, la obra principal de la Basílica de San Pedro Encadenado en Roma. Un gran error de traducción que cometió San Jerónimo alrededor del año 400.

II

Langdon le echó un vistazo al paquete con forma de cubo que descansaba sobre el escritorio, el mismo que había traído consigo desde el principio. Dedujo que el vértice y la pirámide eran un cifrado segmentado. Un código dividido en varias partes. Los  criptologos modernos utilizaban cifrado segmentado usualmente, y si bien ese sistema de seguridad provenía de la antigua Grecia, cuando querían almacenar información secreta, los griegos la inscribían en una tablilla de barro que luego dividían en varias piezas, cada una de las cuales guardaban por separado. Solo al unir todas las piezas podía leer sus secretos. De hecho  ese tipo de tablilla de arcilla llamada symbolon era el origen de la palabra moderna símbolo.

Ya en un extraño mundo subterráneo conocido como las estanterías. Langdon vio lo que había más allá y se dio cuenta de que se encontraba entre algo que muy poca gente llegaba ver nunca, las estanterías de la biblioteca del congreso

Tenía que admitir que se sentía desconcertado a la luz de afirmaciones donde se suponía que el vértice iba a ayudar a descifrar la pirámide de piedra. Esperaba algo iluminador y útil, en vez de obvio e inútil, y leyó una vez más las 7 palabras delicadamente inscritas en la cara del vértice: 

El secreto está dentro de su orden.

Langdon intentaba hacer encajar las piezas mientras recorría a prisa el sótano del edificio Adams, se preguntaba qué significaría AD; pensaba que era Alberto Durero: así y todo no imaginaba cómo podría hacerle de ayuda Durero en el caso que los ocupaba, principalmente porque llevaba muerto 400 años.  

Desde el punto de vista simbólico Durero era perfecto; fue el hombre renacentista por excelencia, artista filósofo alquimista y estudioso durante toda su vida de los antiguos misterios. Al día de hoy, pocos entienden si no ninguno, los mensajes que se ocultan en las manifestaciones artísticas de Durero. El número 1534 los llevaba hasta un cuadro muy concreto de Durero. Éste ocultó el número 1534 en su obra de arte más misteriosa Melancolía I, qué completo en 1514 y es considerada la pieza más influyente del renacimiento del norte Europeo. Melancolía representa las profundas fuerzas de la humanidad para comprender los antiguos misterios. El simbolismo de esta obra es tan complejo que hace que Leonardo Da Vinci parezca asequible. Melancolía I está aquí en Washington en la Galería Nacional. Recordó que Durero practicaba el denominado cristianismo místico; una fusión de cristianismo primitivo, alquimia, astrología y ciencia.

Simbólicamente representa el intento fallido del hombre de transformar el intelecto humano en poder divino. En términos alquímicos, plasma nuestra incapacidad de convertir  plomo en oro. Grabado en la construcción detrás del Ángel bajo la campana, Durero grabó un cuadrado completo de números entre los cuales se encontraban 1514. El cuadrado es la clave para descifrar la pirámide; no es un cuadrado simple, es un cuadrado mágico.

La locución cuadrados mágicos no hacía referencia a algo místico sino a algo matemático; era el nombre que recibía una cuadrícula de números consecutivos dispuestos de tal forma que la suma de todas las filas, columnas y diagonales, arrojaban el mismo resultado. Creado hacia unos 4000 años por matemáticos egipcios e indios, hay quienes todavía piensan que los cuadrados mágicos poseían poderes. Se ha dicho incluso que en la actualidad los indios devotos dibujaban cuadrados mágicos de tres por tres llamados kubera kolam en los altares de sus casas. Aunque básico, el hombre moderno había relegado los cuadros mágicos a la categoría de matemática recreativa y algunos todavía le satisfacía las nuevas configuraciones mágicas: sudokus para genios.

Durero logró lo que parecía imposible además de permitir que las filas, las columnas, y las diagonales sumaran 34, también dio con el modo de hacer que los cuatro cuadrantes, el cuadrado central e incluso las cuatro esquinas tuvirse en ese mismo número. Lo más asombroso es que fue capaz de situar los números 15 y 14 juntos en la fila inferior para dejar constancia del año en que consiguió tan increíble proeza. Lo increíble de la obra Melancolía I es que es la primera vez en la historia que aparecía un cuadrado mágico en el arte europeo.Algunos historiadores creen que así fue como lo expresó de forma codificada, así como creen que los antiguos misterios habían salido de la escuela de misterios de Egipto y se hallaban en poder de las sociedades secretas europeas.

Los ojos volvieron a clavarse en la cuadrícula de letras donde se leía la palabra en latín: Jehová Esa palabra le resultaba familiar por sus lectura de antiguos textos hebreos: Jeova, Jehová, Joshua, Yavé, la Fuente, Elohim. Al seguir la cuadrícula con la vista, como si de la página de un libro tratara, le sorpendió darse cuenta que era capaz de leer todo el texto de la pirámide. <<Jeova Santus Unus>> De inmediato supo lo que significaba la locución; era omnipresente en las traducciones modernas de las escrituras hebreas. En la torá, el Dios de los hebreos recibía muchos nombres, pero numerosas traducciones latinas habían fundido la confusa nomenclatura en una única locución latina Jeova Santus Unus.

III

Langdon recordó la figura del raptor de su amigo Peter Solomon sin saber del ritual del tatuado. Antes Malac extendía la crema depilatoria por el cuerpo y el cuero cabelludo, eliminando cualquier rastro de pelo…<<los dioses de las siete islas de Las Heliades no tenían vello>>. Luego se masajeaba la piel con aceite de Abramelin, el aceite sacro de los grandes Magos, 

Al igual que monjes eunucos místicos cátaros, Malac se había extirpado los testículos, había sacrificado la potencia física por una más encomiable. Los dioses no tienen sexo; Tras despojarse de la imperfección humana del sexo, había pasado a ser como Urano, Atis, Esporo y los grandes Magos castrados de la leyenda artúrica. Toda metamorfosis espiritual va precedida de una física. Esa era la lección aprendida de todos los grandes dioses: desde Osiris a Tamuz, Jesús. Shiva o al propio Buda. <<He de despojarme del hombre que me viste>>

Malac bajo la cabeza en dirección al espejo apenas capaz de ver el círculo de piel que aguardaba en la coronilla, ese lugar del cuerpo sagrado que se conoce como fontanela. Era el único espacio del cuerpo que permanecía abierto al nacer: el ojo del cerebro; aunque esté portal fisiológico se cierre en solo meses, sigue siendo un vestigio simbólico de la conexión perdida entre los mundos exterior e interior. Malac examinó el sagrado redondel de piel virginal que estaba circuncidado a modo de corona por un uróboros, una serpiente mística que engulle su propia cola. Descubrió qué en la biblioteca pública de Nueva York había 53 libros sobre el arte del tatuaje y en pocas semanas los había leído todos. Empezó a sacar mochilas enteras del libros de la biblioteca que se llevaba a casa y devoraba con voracidad en su apartamento con vista a Central Park. Cuando no fue capaz de encontrar lo que quería en la biblioteca, pagó a libreros especializados para adquirir  algunos de los textos más esotéricos del planeta… De Praestigiis Daemonum, Lemegeton, Ars Almadiel, Grimorium Verum, Ars Notoria, los leyó todos y se convenció cada vez más que el mundo tenía más tesoros que ofrecer, entonces descubrió los textos de Aliester Crowley. Un Místico visionario de principios de la década de 1900 al que la iglesia consideró el hombre más malvado del mundo. Los grandes cerebros siempre son temidos por las mentes inferiores. Santificate -escribio Crowley- Hazte sagrado. 

En su tiempo, el antiguo rito de hacerse sagrado había sido la ley imperante desde los primeros hebreos que ofrecían holocaustos en el templo hasta los mayas que decapitaron humanos en La Cúspide de la pirámide de Chichén Itzá y hasta Jesucristo que ofreció su cuerpo en la cruz. Los antiguos entendían la necesidad de sacrificio a su Dios. El sacrificio era el ritual primitivo por el cual los seres humanos recibían el favor de los dioses y se santificaban. (Sacra: sagrado / face: hacer.). Malac usaba ese nombre desde que la investigación lo llevó a leer el paraíso perdido de John Milton supo del gran ángel caído, el demonio Guerrero que combatía la luz. El valiente Ángel llamado Moloc. Moloc caminó por la Tierra como un Dios. El nombre del ángel traducido a la lengua antigua pasaba a ser Malac o Malak.

Malac llegó al Sanctasantórum cuadrado de 12  x 12 pies (~3 y 1/2 m)… <<12 son los signos del zodíaco, 12, las horas del día, 12 las puertas del cielo>>. <<Siete, los sellos del Apocalipsis, Siete, los escalones del templo>>. Una fuente iluminada bien calibrada que emitía una gama de colores, estaba centrada sobre la mesa, cuyo ciclo se completaba cada 6 horas conforme con la sagrada tabla de horas planetarias: Yamor es azul, Nadia, roja. Salam, blanca.

 Luego se acercó a una estantería y tomó un estuche de Marfil qué depósito junto a las demás cosas. Aunque todavía no estaba preparado para utilizarlo, no pudo resistirse a abrir la tapa y admirar su tesoro <el cuchillo>; dentro de la caja de Marfil sobre un lecho de terciopelo negro, brillaba el cuchillo ritual que Malac había estado reservando para esa noche. Lo había adquirido el año anterior en el mercado negro de antigüedades oriental por 1,6 millones de dólares; el cuchillo más famoso de la historia.

Increíblemente antiguo y dado por perdido, a lo largo de los siglos había estado en poder de un sinfín de poderosos, aunque en décadas recientes había desaparecido cayendo en el olvido en una colección privada secreta. Tenía la hoja de hierro y el mango de asta.  Sospechaba que el cuchillo no había derramado sangre en décadas incluso en siglos; esa noche la hoja saborearla de nuevo el poder del sacrificio para el que había sido afilada. El oscuro arte antiguo al igual que la ciencia moderna era una disciplina que requería fórmulas precisas ingredientes concretos y un sentido de la oportunidad escrupuloso. Ese arte al igual que la física nuclear poseía el potencial de desatar un enorme poder. El practicante inexperto corría el riesgo de ser golpeado por el reflujo y aplastado. 

Malac término de admirar el cuchillo y centró su atención en una lámina de pergamino que descansaba en la mesa, lo había elaborado el mismo con la piel de un cordero siguiendo el protocolo. El animal era puro, no había alcanzado la madurez sexual. Junto al papel habia una peñola que había hecho a partir de la pluma de un cuervo, una plantilla de plata y tres velas de trémula llama dispuestas en torno a un cuenco de latón macizo; el cuenco contenía unos 2 centímetros de líquido carmesí. El líquido era sangre de Peter Salomón. Pensó <<la sangre es la tinta de la eternidad>>

IV

George Washington Masonic Memorial, corona la Colina de Shuter’s Hill en  Alexandria, Virginia, está construida en 3 niveles de complejidad arquitectónica a medida que asciende (dórica, jónica, y corintia); su estructura es un símbolo físico de crecimiento intelectual del hombre inspirada en el antiguo Faro de Alejandría en Egipto. Ésta gran torre está rematada por una pirámide egipcia con un pináculo flamígero.

En en el magnífico vestíbulo de mármol se encuentra un enorme bronce de George Washington con los atributos masónicos además de la llana que usó para colocar la piedra angular del Capitolio. Sobre el vestíbulo se alzan 9 plantas diferentes que reciben nombres como: la Gruta, la Cripta o la Capilla de los Templarios. Entre los tesoros que albergan estos espacios se encuentran más de 20,000 volúmenes de textos masónicos, una bella réplica del Arca de la Alianza, e incluso una maqueta de la sala del trono del Templo del Rey Salomón.

La catedral de Washington es la sexta más grande del mundo y su altura supera la de un rascacielo de 30 pisos, decorada con más de 200 vidrieras, un carrillón de 53 campanas, y un órgano con 10.647 tubos, esta obra maestra gótica puede acoger a más de 3000 fieles.

Langdon sabía que el reverendo Dean de la catedral tenía razón. El famoso aforismo hermético <<acaso no sabéis que sois dioses>> era uno de los Pilares de las antiguos misterios <<Como es arriba, es abajo>> <<Dios creó al hombre a su imagen y semejanza>> <apoteosis>. El mensaje repetido hasta la saciedad de la naturaleza diaria del hombre, de su potencial oculto, era un tema recurrente en los textos antiguos y en un sinfín de tradiciones, hasta la Biblia proclamaba en Salmos 82, 6 <<sois dioses>>.

Recordó qué el circumpunto posee docenas de significados y es uno de los símbolos más utilizados en la historia. Tiene muchos significados: en el Antiguo Egipto, era el símbolo de Ra-El Dios del Sol y la astronomía moderna todavía lo utiliza para representar a ese Astro. La filosofía oriental encarna la visión espiritual del tercer ojo, la rosa divina y el signo de la iluminación. Los cabalistas la utilizaban para simbolizar la corona, Kether, la séfira superior y <<el secreto de los secretos>>. Los primeros místicos lo llamaban el ojo de Dios y es el origen del ojo que todo lo ve que aparece en el gran sello Mason; los pitagóricos lo usan para representar la mónada, la divina verdad, la prisca sapientia, la unión de mente y alma..

El cubo se convierte en una cruz. Es decir es una Alquimia simbólica y se relaciona con el cristianismo. El crucifijo Cristiano era un símbolo que gozaba de respeto entre Los masones, y eran muchos los masones cristianos pero los había igual judíos, musulmanes, budistas, hinduistas, y otros cuyo Dios no tenía nombre. Entendió finalmente que la cruz con el circumpunto en el centro, es un símbolo binario: dos símbolos en uno.

La cruz no fue un símbolo cristiano hasta el siglo IV. Mucho antes era usada por los egipcios para representar la intersección de 2 dimensiones: humana y celestial. Cómo es arriba es abajo, es una representación visual de la unión entre el hombre y Dios. 

El circumpunto, por otro lado, posee numerosos significados como ya se dijo y uno de los maestros tericos en la rosa el símbolo del químico de la perfección Cuándo se sitúa una rosa en el centro de la cruz, se crea otro símbolo; la rosacruz. Un símbolo habitual en la masonería dentro del Rito Escocés, caballero rosacruz es un grado que honra los primeros rosacruces que contribuyeron a crear la filosofía mística masónica; docenas de grandes científicos eran miembros de esa orden: John Dee, Elías Ashmole, Robert Fludd. La lista de rosacruces famosos en la historia era un cúmulo de lumbreras renacentistas europeas: Paracelso, Bacon, Descartes, Pascal, Espinosa, Newton, Leibniz.

Uno de los mejores científicos del mundo era alquimista miembro de la Royal society londinense y rosacruz y firmó alguno de los documentos científicos más herméticos con un seudónimo <<Jeova Sanctus Umus>>… Isaacus Neutonuus.

En la época de Pitágoras, 6 siglos antes de Cristo, la tradición de la numerología elevo el número 33 a la máxima categoría de los números maestros. Era la cifra más Sagrada. Simbolizaba la Divina verdad.  Esa tradición se perpetuó en el seno de Los masones y en otras partes. No es ninguna coincidencia que a los cristianos les enseñarán que Jesús fue crucificado los 33 años, a pesar de que no existen pruebas históricas reales de ello, como tampoco lo era que José supuestamente se casará con la Virgen María a los 33 años de edad, qué Jesús realizará 33 milagros, que el nombre de Dios se mencionara 33 veces en el Génesis o que en el islam, todos los moradores del cielo siempre tuvieran 33 años.

Ideas la temperatura era el catalizador químico por excelencia y no siempre se mide en grados Fahrenheit o Celsius hay escalas de temperatura mucho más antiguas una de las cuales la inventó Isaac Newton la escala Newton. Sir Isaac Newton inventó todo un sistema de medición de la temperatura basado exclusivamente en fenómenos naturales y como referencia tomó la temperatura de fusión de hielo a la que denominó grado cero asimismo asignó la temperatura de ebullición del agua en  33°. El trigésimo tercer grado es el nivel más alto de la masonería. En la escala de Newton la temperatura de ebullición del agua es de 33 grados. 

Langdon supo que usando marcadores térmicos pues las distintas sustancias presentan un estado incandescente a distintas temperaturas, encontró qué el vértice de la pirámide cobró nitidez bajo la superficie del líquido, tres palabras se leían con absoluta claridad: ocho de Franklin Square. El texto entero se leía 

El secreto está dentro de su orden

 8 de Franklin Square

Franklin Square se encuentra en el cuadrante Noroeste del centro de Washington, flanqueada por K y Thirteen Street. En la plaza hay muchos edificios históricos en particular la Franklin School  desde la cual Alexander Graham Bell envió el primer mensaje fotofónico del mundo en 1881.

Langdon recordó lo que el Dean le dijo en su oportunidad. <<la pirámide masónica siempre guarda su secreto… sinceramente>>. Desde los tiempos de Miguel Ángel, los escultores ocultaban limperfecciones en sus obras introduciendo cera caliente en las grietas para después frotarla con polvo de piedra pómez. El método se consideraba tramposo, y por tanto las esculturas sine  cera, literalmente sine será, se tenían por una obra de arte sincera. La locución perduró y se sigue utilizando el adverbio sinceramente para expresar que algo carece de artificio. Las inscripciones qué figuraban en la base de la pirámide habían sido ocultadas empleando ese mismo método. La pirámide masónica aún guarda secretos: Ocho de Franklin Square no es la respuesta definitiva.  

Epílogo

Mientras el sol salía sobre Washington Langdon levantó la vista al cielo, pensó en la ciencia, en la fe y en el hombre, pensó que todas las culturas en todos los países y en todas las épocas habían coincidido en algo, todos habíamos tenido siempre al creador. Usamos diferentes nombres  diferentes rostros y diferentes plegarias, pero Dios era la constante universal para el hombre y era el símbolo que todos compartíamos, el símbolo de todos los misterios, de la vida que no podemos comprender. Los antiguos habían visto en Dios el símbolo de nuestro ilimitado potencial humano pero ese símbolo antiguo se había ido perdiendo con el paso del tiempo.

En ese instante, en la cima del Capitolio, Robert Langdon sintió que una poderosa fuerza comenzaba a expandirse en su interior, era una emoción que nunca en toda la vida había sentido con tanta intensidad. Era la esperanza…

Marcantonio Faillace Carreño

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